Uber, la mejor opción contra la inseguridad, mafias, y monopolios de taxistas

Uber desembarcó en el Distrito Federal en agosto de 2013 y ha extendido su servicio, a través de la aplicación para dispositivos electrónicos desarrollada por el estadounidense Travis Kalanick, a Guadalajara, Monterrey y Tijuana. El servicio de taxi, donde desde la primera llamada el usuario y el chofer se identifican plenamente, ha resultado un éxito porque no maneja efectivo –todo se paga con tarjetas–, las tarifas que son justas y se pueden facturar –es decir, la empresa paga impuestos–, la comodidad, el buen estado de los autos que se usan y, particularmente, por tener una serie de candados que ofrecen una muy alta seguridad.

Uber, además, es una alternativa de trabajo para personas que poseen un auto modelo 2008 a la fecha y que están desempleadas o, incluso, que desean con esa actividad aumentar sus ingresos.

Pero, aunque las proyecciones de crecimiento de la empresa van a la alza en México, en las ciudades donde opera se ha encontrado con resistencias, particularmente de grupos de taxistas, algunos legales y otros piratas, que han denunciado que hay competencia desleal en el esquema. Los inconformes han llegado incluso a la violencia, y han atacado a los choferes y sus autos.

Agresión de taxistas contra UBER

Sin embargo, los usuarios siguen creciendo, ya que ante la inseguridad y violencia que muchos han experimentado en los taxis tradicionales, Uber es una opción que lo ha enamorado. La gente no olvida que grupos de taxistas se han prestado a realizar diversos crímenes: desde el acarreo electoral, el reparto de drogas y como halcones del crimen organizado, hasta asaltos, golpizas y secuestros express.

Redacción--sinembargo.mx