Emociona boda de Chelsea Clinton a E.U

La mansión, Astor Court, fue diseñada por el arquitecto Stanford White, quien se inspiró en el Gran Trianon del Palacio de Versalles

El Presidente Obama afirmó que no fue invitado, mientras los organizadores mantienen en secreto los detalles del evento

New York, Estados Unidos.- Hasta hace pocas semanas, Rhinebeck era una perla oculta de 8 mil habitantes ubicada a orillas del río Hudson, a unos 160 kilómetros de Nueva York. Sus mansiones y calles pintorescas atraían sólo a un puñado de turistas de tanto en tanto.

Sin embargo, desde que Chelsea Clinton, hija de Hillary y Bill Clinton, la Secretaria de Estado y el ex Presidente estadounidenses, lo eligió para celebrar su boda, este pueblo saltó al estrellato y vive una pequeña revolución.

El enlace de Chelsea con un amigo de antaño, Marc Mezvinsky, tendrá lugar mañana en Astor Court, una de las tantas mansiones que decoran los alrededores de la localidad y que fueron construidas hace más de un siglo, en un tiempo en que se amasaron grandes fortunas gracias al acero y el ferrocarril.

La casona fue diseñada por el arquitecto Stanford White, quien se inspiró en el Gran Trianon del Palacio de Versalles.

Y será en esta atmósfera aristócrata donde se vivirá lo que algunos ven como una boda de la realeza liberal estadounidense.

El evento, que mantiene a la prensa y a medio país en vilo, ha sido comparado con la unión, en 1996, de John F. Kennedy Jr., hijo del difunto Presidente del mismo nombre, con la publicista Carolyn Bessette.

Aquel enlace se llevó a cabo en secreto, ante un pequeño grupo de la élite política estadounidense, en Cumberland Island, frente a las costas de Georgia. El matrimonio sólo duró 3 años, pues en 1999 la pareja falleció en un accidente aéreo.

Los detalles de la boda entre Chelsea, de 29 años, y Mezvinsky, de 31, se han manejado bajo tal hermetismo que hay comerciantes de Rhinebeck que han firmado acuerdos de confidencialidad y, hasta hace poco, el lugar del casamiento era un secreto.

Las invitaciones sólo decían que la boda sería lo suficientemente cerca de Manhattan como para llegar en coche e incluían la promesa de más detalles previo al gran día.

Se especula que la ceremonia tendrá un costo en torno a los 2 o 3 millones de dólares y contará con la asistencia de unas 400 personas.

No se han filtrado nombres de la lista, pero se sabe que muchas personalidades quedaron fuera.

"Los queremos a todos, pero es una boda", se justificó recientemente Hillary.

Tanto secreto mantuvo a algunos amigos de los Clinton a la espera de la tan ansiada invitación hasta el último minuto y muchos se quedaron con las ganas.

Quien ya confirmó que no asistirá es el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

"No fui invitado a la boda, creo que Hillary y Bill, en forma apropiada, quieren conservar esto para su hija y su futuro marido", dijo Obama en el programa The View, de ABC.

Lejos de molestarse, Obama bromeó acerca de lo engorroso que puede ser tener dos Presidentes en un mismo evento, por la seguridad que demandan.

Luego, en la misma línea, se dirigió a los padres de la novia y a la audiencia diciendo: "Disculpen, ustedes probablemente no recibirán invitaciones a la boda de Sasha o a la de Malia", en referencia a sus dos hijas.

Entre los pocos detalles que se conocen del enlace está que la novia lucirá un vestido de la diseñadora Vera Wang, cuya boutique en Nueva York fue visitada el miércoles por Chelsea. Mientras que Hillary, se rumora, vestirá un modelo de Oscar de la Renta.

La Policía local, la del Estado de Nueva York y el Servicio Secreto estarán a cargo de vigilar el evento. El espacio aéreo y algunas de las carreteras que rodean Rhinebeck serán cerradas, aunque no se precisó cuáles.

De amigos a esposos

Chelsea Clinton, quien pasó gran parte de su adolescencia en la Casa Blanca mientras su padre, Bill Clinton, era Presidente, es la estrella dentro de la pareja de novios que protagonizará mañana una de las bodas más esperadas en Estados Unidos.

Su futuro marido, Marc Mezvinsky, no creció bajo la mirada de la opinión pública, pero proviene también de una familia de políticos.

Su madre, Marjorie Margolies-Mezvinsky, llegó al Congreso en 1992, y su padre, Ed Mezvinsky, también ocupó una banca en el Capitolio en los 70.

En 2002, éste se declaró culpable de haber estafado a inversionistas, por lo que pasó casi 5 años en prisión.

Los novios se conocieron en un evento del Partido Demócrata, en 1993, y se hicieron amigos; luego, coincidieron en la Universidad de Stanford y, en los últimos años, el romance entre ambos floreció. Los dos se dedican a las finanzas.

Redacción--Reforma