Derrumban estadio de Dallas Cowboys

El Texas Stadium, la arena deportiva que durante más de 38 años albergó a los Vaqueros de Dallas y sirvió de escenario a múltiples eventos, fue derrumbado este domingo para construir en su lugar un nuevo desarrollo de negocios.

Casey Rogers, un niño de 11 años, ganador del concurso nacional de ensayo patrocinado por la compañía de alimentos Kraft, apretó el botón que desencadenó la explosión de mil 231 kilogramos de dinamita, que vino a demoler el estadio en menos de un minuto.

La demolición, en punto de las 07:00 horas del domingo (12:00 GMT), fue atestiguada por miles de seguidores de los Vaqueros de Dallas, desde uno de los estacionamientos del estadio y desde calles adyacentes al mismo.

Los aficionados comenzaron a llegar al sitio desde la noche del sábado, para presenciar lo que para ellos significó el fin de una época.

La detonación, fue transmitida en vivo, por los canales locales de televisión y a todo el mundo a través de la Internet.

La demolición, planeada y ejecutada por el gobierno de la ciudad de Irving, propietaria de la estructura, tuvo un costo de seis millones de dólares.

Para prepararla, el estadio fue despojado de casi todo lo que adornaba su interior con excepción del cemento y el acero. Las butacas y miles de otros objetos del Texas Stadium, fueron vendidos en subasta hace unos meses.

El Texas Stadium, fue construído a un costo de 30 millones de dólares.

El estadio fue inaugurado el 24 de octubre de 1971, con una capacidad para 65 mil 675 aficionados. En el mismo los Vaqueros jugaron un total de 312 juegos de pre temporada y temporada regular entre 1971 y 2008, de los cuales ganaron 213 y perdieron 99.

Para los aficionados al futbol americano, el Texas Stadium será recordado siempre por las hazañas realizadas ahí, por los jugadores de los Vaqueros como Roger Staubach, Troy Aikman, Emmitt Smith y Michael Irvin.

También por el entrenador Tom Landry deambulando por las laterales con su sombrero fedora. El Texas Stadium nunca albergó el Súper Tazón, pero al momento de ser demolido, cinco banderines de campeonato pendían aún alrededor de su característica apertura en el techo.

La estructura albergó además de los juegos de los Vaqueros, encuentros de equipos colegiales y preparatorianos, eventos de lucha libre, conciertos musicales y reuniones religiosas multitudinarias entre otros.

El gobierno de la ciudad de Irving, tiene planes de construir un nuevo desarrollo de negocios en el área que ahora ocupa el Texas Stadium.

En tanto, los Vaqueros de Dallas estrenaron su nueva casa, el Cowboys Stadium, ubicada en el suburbio de Arlington, en octubre pasado. El nuevo estadio de los Vaqueros, es considerada la arena deportiva más moderna del mundo y fue construído por un costo de mil 150 millones de dólares.



Redacción--Cronica.com.mx