¿La mancuerna infernal? Peña Nieto y Televisa

La provocación de hoy va dirigida a una alianza que, según algunos, se ha convertido en algo asi como “infernal”, ya que se trata de la suma de dos poderes fundamentales en todo estado; el poder político y el poder mediático.

Dicha alianza está a la vista de todos. Es la que han establecido con motivos económicos y político-electorales, el presidenciable más aventajado Enrique Peña Nieto, y el grupo de telecomunicaciones más poderoso de México y de habla hispana Televisa.

¿Cuáles son las condiciones de esa alianza?

Todos hemos sido testigos de que el gobernador mexiquense se ha colocado en los primeros cuatro años de su gobierno como el aspirante presidencial por el PRI más aventajado.

En realidad Peña Nieto “se fugó” del grupo de presidenciables desde hace mucho tiempo.

Dejo atrás a sus adversarios naturales Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, por el PRD; a Santiago Creel, que es el más aventajado de los panistas, e incluso a otros priístas como Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones, por citar sólo algunos.

Pero esa popularidad que alcanzó Peña Nieto no es sólo producto de su carisma personal –le dicen el verdadero gober precioso--, y menos se debe a sus talentos para el ejercicio del poder y la política.

No, en realidad la popularidad del gobernador mexiquense tiene mucho que ver con la imagen que de su gobierno y su persona refleja el grupo Televisa.

Y es que todos hemos visto que el consorcio de los Azcarraga se ha encargado de promover la imagen de Peña Nieto gracias a un jugoso convenio publicitario anual.

En las naciones del primer mundo, no pasa nada cuando un grupo político, partido o candidato a un puesto de elección popular establece una alianza con un grupo mediático, para alcanzar fines comunes.

Es más, en algunos paises del mundo –Estados Unidos es uno de ellos--, los medios de comunicación como televisoras, y diarios, se convierten en abiertos promotores de tal o cual partido, candidato o político.

Pero en México las cosas son distintas. Buena parte de la sociedad rechaza una alianza como esa. Mas aún, abundan las voces que la califican de perversa y no faltan quienes le otorgan a Televisa el verdadero poder político en México.

El problema aparece, sin embargo, cuando no hay transparencia en torno a una alianza político-mediática como la establecida entre Televisa y Peña Nieto.

Todos saben que existe, pero todos le dan la vuelta.

Y no se diga si de transparentar el monto del acuerdo económico se trata.

Lo curioso del caso es que el de Peña Nieto, no es el único caso de una alianza político electoral con Televisa.

Alianzas de esa naturaleza hicieron, en su momento, AMLO y Calderón, Roberto Madrazo, Santiago Creel…

Mas aún, quienes han revisado con rigor el proceso electoral de 2006 –que terminó en un escandalo--, saben que el aspirante presidencial que más gastó en televisión fue precisamente López Obrador.

Rumbo a la elección del 2012, Marcelo Ebrard, ha establecido una alianza con Televisa casi identica a la de Peña Nieto.

La única diferencia es el monto. Lo cual no es poca cosa.

La gran pregunta, al final de la provocación, es saber si un político o aspirante presidencial, como pueden ser Peña Nieto o Ebrard Casaubón, le deberan el cargo –en el caso de terminar siendo presidentes respectivamente--, a la televisón más que a los votantes.

Recuerda que la tuya es LA OTRA OPINIÓN.

Redacción--El Universal