New England se alzó con el Super Bowl

Tom Brady y Bill Belichick se convirtieron en la segunda pareja quarterback-coach de la historia en ganar cuatro títulos, en el dramático triunfo ante los Halcones Marinos de Seattle al son de 28-24 en el Super Bowl XLIX.

A una yarda de la zona de anotación, con más de medio minuto en el reloj y con Marshawn Lynch en el terreno de juego, de manera sorprendente los Halcones Marinos decidieron ir por aire, lo que resultó en una intercepción del joven Malcolm Butler para darle el triunfo a los Patriotas y negarle a Seattle la gloria de convertirse en bicampeón de la Liga.

La mejor defensiva de la NFL en las últimas dos temporadas contuvo de manera exitosa el ataque terrestre de los Patriotas, pero le permitió 328 yardas a Brady, por lo que el Trofeo Vince Lombardi viajará nuevamente al noroeste de Estados Unidos.

Sin embargo, cuando parecía que todo estaba acabado para Brady, Rob Gronkowski, Julian Edelman y compañía, los Patriotas empezaron a mover el ovoide.

Con 12:10 minutos en el reloj, Brady entró al emparrillado y, a pesar de que en la primera jugada de esa serie fue capturado, comenzó a conectar con todos sus blancos por todos lados del terreno de juego.

Tras ser detenido atrás de la línea de golpeo en su propia yarda 24, Tom conectó con Brandon LaFell para cuatro yardas, siguió con un pase a Edelman de 21 yardas y después encontró a Shane Vereen para nueve yardas más.

Vereen corrió para dos yardas, y Edelman dejó a los Patriotas en la cuatro de Seattle para que la anotación llegara con pase a Danny Amendola para el 21-24, aún a favor de Seattle.

El ataque de los Halcones Marinos sumó apenas cinco yardas, y tras la patada de despeje Nueva Inglaterra arrancó en su yarda 36.

Nuevamente Brady se encendió: completó seis pases, Verren corrió para siete yardas, LeGarrette Blount para otras dos, y luego de diez jugadas y 64 yardas; encontró en las diagonales a Edelman para la voltereta en el partido.

De entre los 70 mil 288 aficionados que llenaron el University of Phoenix Stadium, los gritos de “Brady, Brady” opacaron a los escandalosos fanáticos de los Halcones Marinos.

Y a pesar de esa marcada minoría de aficionados de los Patriotas, al final los de Seattle guardaron silencio, especialmente tras la intercepción a Wilson.

La Bestia Lynch, sumó 102 yardas y una anotación por la vía terrestre, pero no lo dejaron hacer su trabajo cuando más se le necesitaba. Por el contrario, los receptores de Nueva Inglaterra cumplieron con el compromiso.

Edelman sumó 109 yardas con nueve atrapadas y un touchdown; Gronkowski tuvo seis recepciones para 68 yardas y un touchdown, Vereen sumó 11 para 64 yardas, Amendola cinco para 48 y otro TD, y LaFell cuatro para 29 yardas y un TD.

Además sumaron James Develin y Michael Hoomanawanui con una recepción cada uno para completar el verdadero espectáculo aéreo de Brady.

Así el quarterback y su coach, Belichick, igualaron lo hecho por Chuck Noll y Terry Bradshaw, quienes en la década de los 70 le dieron a los Acereros de Pittsburgh cuatro títulos, y aunque se podrá decir que los de negro y oro nunca perdieron un juego por el título, también es cierto que Brady y Belichick ya suman seis Súper Domingos, algo nunca hecho hasta este día.

Los equipos profesionales del área de Boston podrían considerarse en estado de gracia, o al menos lejos de maldiciones, desde que inicio el siglo.

Con el título conseguido por los Patriotas anoche, los conjuntos de esta zona, en el estado de Massachusetts, Estados Unidos, suman nueve campeonatos en 14 años.

Tras un exitosa década de los Celtics, de la NBA, en los 80, cuando conquistaron cuatro títulos, la ciudad de Boston espero 15 años (de 1986 a 2001) para volver a tener algo que celebrar cuando los Patriotas, que juegan en Foxboro, cerca de Boston, vencieron a los Carneros de San Luis.

A partir de ese título los desaguisados deportivos de Boston y sus áreas cercanas empezaron a desaparecer poco a poco.

Los Patriotas necesitaron de 42 años en la NFL para ser campeones en 2001, y a partir de ahí repitieron como monarcas en 2003, 2004 y ayer de nueva cuenta.

Los Medias Rojas rompieron en 2004 la llamada Maldición del Bambino, a la cual fueron asociados durante 86 años sin ganar un título de Serie Mundial, luego de que vendieron a su gran rival, los Yanquis, a Babe Ruth, quien es considerado el mejor beisbolista en la historia de las Grandes Ligas. Tras el título de 2004, los Medias Rojas se volvieron a coronar en 2007 y en 2013.

Los Bruins del hockey tuvieron también un largo periodo de 39 años sin títulos. En 2011 acabaron con esa sequía al conquistar la Copa Stanley. Los Celtics terminaron también con un largo periodo sin ser monarcas en 2008.

Entre los equipos del área de Boston, falta que el New England Revolution, de la liga profesional de futbol soccer (MLS), se una a sus vecinos de otras especialidades luego que desde su fundación, en 1995, han perdido las seis finales que han disputado, tres de ellas de forma consecutiva. Quizá el cetro de los Patriotas les puede inspirar, pues  el equipo de soccer es también propiedad de Robert Kraft.

Redacción--excelsior.com.mx