Transbordadores espaciales son viejos y obsoletos

Estados Unidos apunta a que invertirá en compañías para que desarrollen nuevas naves espaciales.

Según expertos, la IP prestaría el servicio de llevar visitantes espaciales, entre los que se contarán astronautas de Estados Unidos

Nueva York.- Durante casi 30 años, los transbordadores, el icono de las actividades espaciales tras la Guerra Fría, han gobernado las constelaciones; ahora, a medida que se aproxima el fin de su era, una nueva carrera, con más jugadores, comienza a cobrar forma.

Desde que se inició la exploración del Espacio, más de 60 países, incluido México, pusieron en marcha programas espaciales y crearon agencias para ejecutarlos. Ocho de estas naciones Estados Unidos, India, China, Israel, Japón, Francia, Ucrania y Rusia, además de la Unión Europea, cuentan con capacidad de lanzamiento.

"El Espacio está cada vez más atestado. Cuando tienes tantos países, no tienes una carrera espacial, tienes un atasco de tráfico espacial. Vamos a tener que pensar en la forma de manejar ese tráfico", dijo a REFORMA James Lewis, investigador del Centro para Estudios Internacionales y Estratégicos.

Una primera pista para ver cómo se manejará el tráfico y, de manera más general, qué usos se le darán al Espacio, debe estar, según los expertos, en las reglas que ponga el Gobierno del Presidente Barack Obama para la competencia de las empresas privadas que prestarán el servicio de llevar visitantes espaciales, entre los que se contarán los mismos astronautas de Estados Unidos, según el plan de la Casa Blanca.

Pero, aunque cargado de buenas intenciones, el plan para la nueva etapa de la carrera espacial carece de objetivos concretos.

El último viaje del Discovery, el transbordador que más veces viajó al Espacio, estaba previsto para principios de este mes, pero una serie de fallas mecánicas demoró su despegue unas semanas. La NASA prevé que el último vuelo ocurra a principios de 2011. Luego, los transbordadores se convertirán en piezas de museo.

Lo que se sabe hasta ahora es que la Casa Blanca prevé invertir 6 mil millones de dólares en los próximos cinco años para que un puñado de compañías desarrolle nuevas naves espaciales.

La NASA, en vez de operar transbordadores, comprará boletos para sus astronautas, una decisión que muestra a las claras el razgo central de la nueva era espacial: la mayor participación de empresas privadas.

"(George W.) Bush tenía la meta de volver a la Luna e ir a Marte. Esta Administración todavía está tratando de ver cuál es su meta. Dicen que quieren más colaboración internacional, pero no han cambiado las reglas para permitirla", sentenció Lewis.

Esa cooperación, según el investigador, es clave para definir cómo se moverán los países en el espacio, pero también para evitar que Estados Unidos y China se trencen en una puja por el liderazgo global (tal como ocurrió con la Unión Soviética) que ponga en riesgo una industria multimillonaria.

"Hacer cualquier cosa en el espacio es muy caro, así que las compañías se reunirán y los Gobiernos se reunirán para compartir costos y beneficios. Hay más cooperación", apuntó Michael Krepon, cofundador del Centro Stimson y experto en seguridad espacial.

"Tenemos un problema porque dependemos mucho de los satélites, y son vulnerables. Necesitamos reglas de comportamiento, promover un código de conducta para el espacio".

Mientras algunos expertos especulan con la alternativa de que la ONU o el G-20 asuman la responsabilidad de diseñar ese código de conducta, el fin de la era de los transbordadores espaciales abre un nuevo tiempo cuyo desenlace, hoy, sólo puede imaginarse.

"Estados Unidos puede ser primero entre iguales en el Espacio, pero la noción de dominio, de ser el único país operando el Espacio, se fue. Esos días terminaron", sentenció Lewis.

No obstante, para el especialista hay una nación que avanza particularmente rápido, China.

"La carrera espacial no es todavía entre los Estados Unidos y China. Los chinos están utilizando su programa espacial para fines políticos, como todos, y están en una carrera con la India y Japón. El único contendiente serio es la India, y China está un paso adelante", completó Lewis.

Redacción--Reforma