Mentiras y mentiras en futbol mexicano

Ciudad de México.- Las últimas palabras que tuvo en corto Javier Aguirre para la prensa como seleccionador nacional capturan a la perfección la esencia del por qué de su adiós del timón tricolor: “Que Dios los ayude”.

Javier Aguirre se fue del Tri harto, cansado, impotente e incapaz de darle ese vuelco a la historia que tanto ondeó como su bandera. Huyó, se fue por la puerta de atrás, aunque él, en sus últimas declaraciones como seleccionador, insistió e insistió que su salida se trata de un acto de honestidad.

“(Mi salida) es de común acuerdo, el plan era calificar al quinto partido y meternos entre los ocho mejores del mundo, si esto no se conseguía estaba claro que tanto la FMF como yo estábamos de acuerdo que era insostenible la continuidad, ésa es la realidad. Es lo más honesto, lo más sano, que yo me haga a un lado”, señaló.

Pero a pesar de ese “que Dios los ayude” que le lanzó a los reporteros que se encontraban en primera fila a la hora del arribo al auditorio del CAR, Aguirre descartó que esté abandonando el barco verde, dejándolo a la deriva. “No me estoy bajando del barco, no tengo una oferta de trabajo de la FMF porque de común acuerdo dijimos que veríamos escenarios si no cumplíamos con el objetivo, el escenario más sano es que me haga a un lado, además, no es que yo quiera seguir y la FMF no, ni tampoco que ellos quieran que me quede y yo no”, dijo.

Incluso, El Vasco Aguirre se adelantó a las malas interpretaciones y aclaró que, contrario a los rumores que había sobre su posible contratación por parte de un club inglés, todo indica que se quedará sin dirigir el próximo semestre.

“México tiene las plazas ocupadas y España e Inglaterra también, que son los dos países donde yo quería entrenar, veo muy probable que me quede sin dirigir el próximo semestre, que no me vendría mal después de 13 años ininterrumpidos”, comentó el entrenador mexicano.

Le dio la vuelta

Fue no sólo el momento de la despedida, sino también del juicio final, del dar razón a las dudas que quedaron tras la eliminación del México del Mundial 2010. Y ahí Javier fue un mago para evadir los cuestionamientos. El primero de ellos, el de la alineación de Adolfo Bautista y Guillermo Franco.

“No hablaré de alineación porque no nos pondríamos de acuerdo con fulano u otro. Desde la eliminatoria gente faltó o sobró así lo verán”, precisó.

Andrés Guardado y su relegue a la banca fue otro

“Teníamos una idea, formar un medio campo, formar un 4-3-3 donde a veces consideramos que era mejor un jugador con el planteamiento. Por eso llevé a 23 que pensé podía funcionar en esa formación. En ese sentido podemos entrar a un sinfín de debates”, señaló.

De la deuda con la afición, del discurso demagógico de la generación del cambio que, al final, fue pan con lo mismo también se defendió.

“Como profesional sigo en deuda con esta gente que confió en mí, que me dijo vamos al Mundial, como profesional no cumplí el objetivo, ¿deuda con la afición? Sí, pero los últimos 5 entrenadores estamos en deuda, desde el 86 que Bora calificó a cuartos, los demás estamos en deuda”, subrayó.

Después, ya despojado del papel de seleccionador nacional, habló de las condiciones que él cree que debe tener el hombre que vendrá a ocupar su puesto al frente del Tri.

“Diría que preferiría que el técnico nacional empezara un ciclo y lo terminara, evidentemente vienen las circunstancias propias del futbol. Los intereses deportivos deben estar de la mano con los económicos, anteponiendo los deportivos. Es evidente que hay compromisos. Uno busca los mejores rivales. Quizá el de Portugal hubiera sido ideal no fue nuestra culpa que se cayera. Fue una preparación extraordinaria. Pero se hará un trabajo y lo harán conmigo o sin mí”, mencionó.

Y Javier Aguirre se fue con un “que Dios los ayude” después de 13 meses de promesas, al final, incumplidas.

Las dudas que dejó Aguirre

¿Juega El Bofo?

El domingo todo México se preguntó por qué Bautista fue alineado frente a Argentina, pero Aguirre optó por dejar ese tema como uno más de sus misterios.

Necedad con Guille

La alineación del naturalizado fue polémica durante todo el Mundial; incluso fue obligado a jugar infiltrado en Sudáfrica y su rendimiento fue paupérrimo.

Guardado, banca

Era, antes del Mundial, el jugador mexicano sobre el que se tenía mayor esperanza de éxito en Sudáfrica ¿Por qué fue relegado a la banca?

Temo, otro misterio

¿Por qué frente a Uruguay inició Cuauhtémoc? ¿Por qué Pablo Barrera no comenzó en ningún partido? Aguirre dejó en el aire el tema de sus estrategias.

Vestidor roto

Con jugadores relegados como Ochoa o Guardado, consentidos como Adolfo Bautista o Franco, siempre hubo rumores sobre problemas en el vestidor.

Ocultando la mirada

Aunque se dijo mal interpretado, no dio una explicación sobre el comportamiento mostrado previo al duelo frente a Argentina, donde se tapó el rostro.

¿Cobró los premios?

Durante su despedida, Aguirre dijo que su partida se trataba de “un acto de honestidad”; no aclaró si cobrará o no los premios ofrecidos por la FMF.

En su último acto como entrenador de la selección nacional, Javier Aguirre pasó por todos los humores que se han conocido desde su primera etapa hacia la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002.

El Vasco Aguirre estuvo ayer a ratos contento, sonriente, luego serio, volvió a las risas, también se puso el rostro de sereno, aunque en más de las veces de analítico; en fin, que su presentación ofreció un mosaico de ánimos.

Redacción--Milenio