Enrique Peña se va de pinta con estudiantes

Toluca.- El segundo día de clases, ya no hubo clases. Miles de estudiantes resultaron acarreados al evento político. En camiones y con la supervisión de docentes. Alumnos de secundaria, bachillerato y licenciatura fueron llevados a un evento de Peña Nieto. La diversión como pretexto, los jóvenes como contexto, y un gober que se viste de verde como el gran texto.

Los estudiantes que abandonaron las libretas. Hoy están en otra aula. El Parque Sierra Morelos que les ofrece música, pero han entrado al mundo del botín electoral. Los sufragios que se buscan para lo que viene, están aquí, entre quienes tienen 18 y 29 años de edad. Y Peña Nieto lo sabe. “De tal suerte que uno de cada 3 mexiquenses tiene entre 12 y 29 años, son parte de nuestra juventud”, refiere en su alocución.

Un festival de música, que se ve acartonado, con los discursos de siempre. Los lugares comunes, en el diálogo del deseo presidencial. La imagen protagónica de una telenovela que no tiene fin. Un gobernador, que presume su imagen, pero que abandona la función de gobierno. Las porras alentadas por el maestro de ceremonias. Las chavas que todo lo aplauden, y más al estereotipo de galanura que corteja a La Gaviota. Y Peña que sonríe, que saluda, que se sube a las vallas para hacer “crecer” su popularidad.

En el fondo, las autoridades cortesanas. El discurso que se distancia de la realidad. Un mandatario que habla de compromisos. Miles de jóvenes en el desempleo, y sin opción de estudiar. Un Instituto de la Juventud convertido en un elefante blanco, un botín burocrático, presa de las más absurdas componendas políticas. Un poder que no entiende, y tampoco atiende a los jóvenes. Y el concierto que debe esperar hasta el anochecer. Mientras tanto, se debe atender a quienes hablan desde el templete.

“Estamos aquí desde las 9”, susurran las voces de desesperación y cansancio. Son las 12 y la aparición de Peña inmuta a los menos. La mayoría sigue paseando por los stands que se han dispuesto. Feria de empleos, becas y demás promesas incumplidas adornan la escenografía de la obra teatral. El desgano impera en el evento oficial. El ímpetu de la juventud está en otro lado, una juventud apolítica y disociada de su realidad.

“Nos invitaron al concierto pero este empieza hasta la noche”. El gancho es Molotov. El glamour institucional los desmotiva. Los bostezos aparecen. Jóvenes que se recuestan entre sí, mientras siguen las frases que intentan borrar lo que no se ha cumplido.

Y un evento que no es casualidad. El evento ecológico, que enarbola un político joven que ya pasa de los 43 años. Aquel que se señala como presidencial, aún contra la voluntad institucional del PRI. El Partido Verde, ecologiza a Peña. Y el discurso ahí está para hacerlo creer.

Acaba lo oficial, y empieza el revén. Ahora sí, los jóvenes hacen click. Afuera una verbena. Las hamburguesas, los tacos y la comida chatarra que sacie el antojo, y haga olvidar el aburrimiento de hace algunos minutos.

Al mediodía, los camiones ya van de regreso. Las escuelas que hoy se vaciaron, mañana volverán a la normalidad. Los acarreados ahora se van sin lunch, pero sí con algunos décimos de más para la evaluación parcial del semestre. Esa es otra manera de gobernar.

Redacción--Alfa diario