Van 6 en busca de coordinar bancada mexiquense

Se apuntan Chuayffet, Cadena, Benítez, Navarrete, Videgaray y Velasco.

La próxima fracción del PRI del Estado de México en la Legislatura Federal estará conformada por políticos de alto nivel, que se han desarrollado a lo largo de su carrera pública en las denominadas “grandes ligas”, lo que permite avizorar un encontronazo por definir al coordinador de los diputados mexiquenses.

En la primera línea de la actividad legislativa se enumeran a Emilio Chuayffet Chemor, Manuel Cadena Morales, Héctor Velasco Monroy, Víctor Humberto Benítez Treviño, Alfonso Navarrete Prida y hasta Luis Videgaray Caso, éstos últimos cinco perfilados también en la carrera sucesoria por la gubernatura de la entidad en 2011.

Entre las reglas no escritas de la definición priísta para la coordinación parlamentaria de San Lázaro se establece que debe favorecerse a quienes alcanzaron la diputación federal por mayoría relativa, pero que además hayan alcanzado los niveles de votación más ventajosos en términos porcentuales.

En la lista de los favorecidos electoralmente se encuentran Emilio Chuayffet, Héctor Velasco y Manuel Cadena, que en números absolutos obtuvieron cerca de 56 mil, 70 mil y 60 mil votos correspondientemente, aunque términos relativos habrían obtenido más del 50 por ciento de la preferencia electoral en sus respectivos distritos.

No obstante hay quienes por su trayectoria y peso político, también querrán coordinar los trabajos legislativos de los diputados mexiquenses para los próximos tres años, lo que también significa para cinco de ellos entrar en la sucesión de gobernador.

Emilio Chuayffet, ex gobernador mexiquense, encabeza uno de los grupos políticos más robustos de la estructura partidista estatal. Con la experiencia de haber sido coordinador de los diputados federales, tras la defenestración de Elba Esther Gordillo en 2004, buscará los reflectores mediáticos del debate parlamentario.

Arribó a la gubernatura del Estado de México por la vía electoral en 1993, donde se convirtió en un operador político a favor del zedillismo. Sin concluir su mandato constitucional, alcanzó la Secretaría de Gobernación en medio del conflicto en Chiapas generado por el movimiento zapatista de liberación nacional.

Tras la matanza de Acteal, Emilio Chuayffet ensombreció su ascenso político y vio frustradas sus aspiraciones presidenciales del año 2000. Asilado en el Estado de México regresó a la escena nacional en 2003 a través de la vía plurinominal al pleno de San Lázaro. Hoy, con el voto mayoritario está de regreso en la máxima tribuna legislativa del país con la intención de recuperar su liderazgo político de alto nivel.

Otro perfil a seguir es Manuel Cadena Morales, hijo pródigo adoptivo del ex líder sindical Fidel Velázquez.

En su trayectoria política se cuenta haber sido director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde constituyó una estrecha relación con Carlos Salinas de Gortari, quien lo impulsó como Senador de la República de 1994 a 2000.

No obstante, Cadena Morales no concluyó su gestión senatorial, pues en 1999 se inscribió como precandidato a la gubernatura del Estado de México, aunque a la mitad del proceso declinó a favor de Arturo Montiel Rojas, quien a la postre se convertiría en el mandatario de la entidad.

Cadena Morales se incorporó con Montiel Rojas a lo largo de toda su administración como secretario General de Gobierno. Posteriormente, acompañó al ex mandatario mexiquense en su aventurada precandidatura presidencial, donde Manuel Cadena fungió como coordinador general de la precampaña. Hoy está de regreso en la escena legislativa, y en el panorama sucesorio de 2011.

Héctor Velasco Monroy, originario de Atlacomulco, y diputado federal por Jilotepec, se ha metido de lleno a la lucha legislativa dados los buenos resultados electorales obtenidos el 5 de julio. En menos de 4 años, su carrera política se enfrenta a un ascenso vertiginoso, semejante al de su jefe Enrique Peña Nieto.

Se desempeñó como secretario particular adjunto del mandatario mexiquense desde septiembre de 2005 hasta enero de 2006. En ese año, decidió emprender su aventura proselitista, y alcanzó un lugar en la legislatura mexiquense, al resultar electo por el distrito XIII de Atlacomulco.

Para este 2009, abandonó su tarea parlamentaria, y a través del electorado ha logrado colarse hasta San Lázaro, donde de la mano de su mentor, Peña Nieto, buscará la coordinación de los diputados con base en los más de 70 mil sufragios alcanzados.

Humberto Benítez Treviño, alumno consentido y avanzado de Carlos Hank, tiene asegurada su curul federal, sin siquiera haber hecho campaña electoral y encabezar la lista plurinominal de la quinta circunscripción.

Con una carrera política que comenzó como jefe delegacional de Benito Juárez en el Distrito Federal durante la regencia de Hank González, Benítez Treviño cuenta con las relaciones políticas suficientes para alcanzar la coordinación parlamentaria de los legisladores mexiquenses.

Durante la década de los noventa, ocupó la titularidad de tres procuradurías de justicia: la General de la República, la del Distrito Federal y la del Estado de México. Colaboró de cerca con el entonces Presidente de México Carlos Salinas de Gortari, en la investigación de los asesinatos políticos más críticos que han cimbrado al país durante las últimas dos décadas: el de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.

De regreso al Estado de México se desempeñó como presidente del Tribunal Contencioso y Administrativo. Posteriormente fue electo diputado local por su tierra natal Zacualpan, donde compartió un espacio legislativo en la bancada que coordinó Enrique Peña Nieto.

Sin concluir su responsabilidad legislativa se enroló al gobierno peñista como Secretario General de Gobierno, cargo que ocupó hasta marzo pasado cuando renunció para enfilarse como diputado federal de representación proporcional.

En el frente de batalla, también se encuentra Alfonso Navarrete Prida, con una carrera política iniciada al lado de Jorge Carpizo MacGregor, a través de diversos cargos públicos en la administración federal; y durante los dos últimos sexenios en los gobiernos del Estado de México encabezados por Arturo Montiel y Enrique Peña.

Navarrete Prida se inicio en la administración pública como secretario particular de Jorge Carpizo, cuando éste fungió como Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Secretario de Gobernación y Procurador General de la República.

Además de ser subsecretario de Migración, subprocurador General de la República y director jurídico de la Secretaría de Salud. En cuatro ocasiones se ha desempeñado como subsecretario de Estado por acuerdo presidencial, durante los mandatos de los priístas Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo; y del panista Vicente Fox Quesada.

Durante la gestión de Arturo Montiel Rojas arriba al Estado de México donde se convierte en subsecretario de Seguridad Pública; y posteriormente como Procurador General de Justicia de la entidad desde 2001.

Con Enrique Peña es ratificado como Procurador de Justicia; durante 2006 compite por una diputación plurinominal, pero la debacle en la candidatura presidencial de Roberto Madrazo le impidió ingresar a San Lázaro, mismo caso que Manuel Cadena. En 2007 fue designado secretario de Desarrollo Metropolitano, cargo al que renunció para contender por la diputación federal con cabecera en Huixquilucan.

Por último, Luis Videgaray Caso podría ingresar a San Lázaro por la vía plurinominal. Bajo el cobijo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y de Pedro Aspe Armella, con quienes colaboró amplia y estrechamente desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público durante el sexenio salinista.

De formación tecnócrata llega al Estado de México por recomendación de Salinas, y se hace cargo de la reestructuración de la deuda pública en la gestión montielista que ascendía a 28 mil millones de pesos. Desde ahí sella una amistad con quien fuera el secretario de administración, Enrique Peña, quien lo invita a colaborar en su gestión y lo hace responsable de la secretaría de Finanzas.

A lo largo del gobierno peñista se ha convertido en un colaborador de primera línea, y derivado de su lealtad política se ha enfilado a la Cámara de Diputados federal, y se ubica en la línea sucesoria de 2011, al cumplir con el requisito estatutario de contar con un puesto de elección popular.

Los dados están sobre la mesa, aunque la última decisión la tiene la ambición política de Peña Nieto y los espacios que habrá de ceder, como una componenda de cara a otra sucesión, la de 2012

Redacción--Alfa Diario