Cruel derrota, los Diablos Rojos perdieron

Trepados en un camión de pasaje, estos jóvenes viajan tristes después de que quedó fuera de la liguilla el equipo del Toluca.

Era el mediodía del domingo en el Estadio Nemesio Diez de la ciudad de Toluca, todos listos y a la expectativa para saber si la tan afamada casta escarlata se impondría al espíritu combativo de los de Ciudad Juárez. Resultado: el más temido pero indiscutible.

Al salir del estadio se hizo la clásica reunión con los familiares en la esquina de la calle Aurelio Venegas y Morelos, la plática giraba en torno a las fallas frente al arco, expulsiones y el abono para la siguiente temporada, la discusión se interrumpió con el sonido del claxon de una patrulla municipal, algunos aficionados que estaban recargados sobre ella alcanzaron a quitarse para empezar a gritar: ¡Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie a policía va a llegar! En la calle el contingente de la policía municipal montada pasaba, un aficionado le alcanzó a dar una bandera a un jinete, éste la tomó sólo por un momento para luego lanzarla al suelo, detonó el mayor descontento de un grupo de aficionados que gritaron con más fuerza: ¡Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie a policía va a llegar!.

Un segundo y todo cambió, recuerda Diana Romero, víctima de esta serie de acontecimientos, "todo el cuerpo policiaco empezó a jalonearnos y empujarnos, a lo lejos observé como a uno de mis primos le jalaban el cabello y en su afán de defenderse recibió un macanazo en la frente, el resto de mi familia trató de ayudar-lo y se acercaron al grupo de policías, en el desconcierto trataba de encontrar a alguien que me pudiera decir por qué estaba siendo testigo de cómo maltrataban física y verbalmente a mi familia, ¿qué habíamos hecho mal?, ¿asistir como siempre que nuestra economía nos permite a apoyar a los diablos?, ¿reunirnos en la acostumbrada esquina para hablar sobre el partido?".

El padre, tíos y primos de Diana fueron detenidos por los policías. Al menos un par de los uniformados se le enfrentaron y la empujaron, ella no podía entender por qué los detenían, al preguntarles sólo obtuvo como respuesta: ustedes nos estaban insultando y estamos 100% seguros de ello. Entre los levantados por la patrulla R4-220 se encontraba un menor de edad que también fue golpeado.

Era tal su impotencia que no sabía qué hacer, ¿tratar de cruzar la valla que los policías municipales habían desplegado en torno a las patrullas mientras recibía amenazas de que también la podían llevar?, ¿buscar a su hermana extraviada durante el alboroto? Poco después se enteró que su hermana también recibó las mismas respuestas déspotas.

Se acercaron a un grupo de policías estatales que ahí se encontraban para solicitar ayuda, quienes respondieron que eran estatales y no podían hacer nada contra los municipales, ¿qué no se supone que ya estaba en marcha una plataforma que igualaría a la policía municipal, estatal y federal?.

Nadie le pudo decir a Diana por qué los habían subido a la patrulla con violencia o a dónde serían referidos. Llamó a uno de sus amigos para asesorarse y se dirigió a las instalaciones de la policía municipal ubicadas en la calle primero de mayo, una nueva valla de policías enmascarados le impidió el paso, no tuvo más remedio que esperar a que alguien se dignará a decirle que estaba pasando. "En la espera pensaba si era justo el descuento de impuestos de nóminas, o pagar las cuotas de agua y predial, se les remunerará a esa clase de gente que hace llamarse policía municipal".

Después de veinte minutos salió un grupo de gente, todos aficionados al Toluca, entre ellos la familia de Diana, su primo fue uno de los últimos en salir con la frente sangrando. No les hicieron nada ya que ninguno de los policías que los acorralaron y maltrataron estuvo presente para presentar cargos.

La familia Romero no pudo irse a su casa como si nada hubiera sucedido, con el coraje que un grupo de policías municipales los hayan tratado como delincuentes. Conscientes de que si bien no servirá de mucho, levantaron una demanda el módulo de denuncia exprés de Pabellón Metepec. "¡Nosotros somos los ciudadanos!, no podemos permitir que casos como estos queden impunes, somos Tolucos y Toluqueños de corazón y como tal individuos responsables que tenemos que actuar".

Redacción--Sol de Toluca