La mitad del agua del grifo en Estados Unidos esta contaminada con sustancias nocivas para la salud

La calidad del agua potable en Estados Unidos es motivo de preocupación, ya que casi la mitad está contaminada con sustancias químicas persistentes y dañinas para la salud, conocidas como FPAS. Estos productos químicos, llamados perfluoroalquilados y polifluoroalquilados (PFAS), son conocidos como los "químicos eternos" debido a su baja degradabilidad.

Investigaciones anteriores han demostrado que estas sustancias pueden acumularse en el cuerpo a lo largo del tiempo y tener efectos perjudiciales, como aumentar el riesgo de cáncer, reducir la fertilidad e interferir en las respuestas inmunológicas. Estudios en animales incluso han revelado que pueden provocar tumores y afectar el desarrollo y la salud de órganos como el hígado y los riñones.

Un reciente estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGC) reveló que al menos un PFAS puede detectarse en aproximadamente el 45% de las muestras de agua potable en el país. La presencia de estas sustancias varía, siendo más comunes en áreas urbanas, especialmente en las regiones de las Grandes Llanuras, los Grandes Lagos, la costa este y el centro y sur de California.

Este estudio, el primero en su tipo a gran escala, analizó muestras de agua directamente recolectadas de los fregaderos de cocina en todo el país, tanto de pozos privados como de suministros públicos. Las concentraciones de PFAS fueron similares en ambos tipos de suministros.

Es importante destacar que existen más de 12,000 tipos de PFAS, y no todos pueden ser detectados con las pruebas actuales. En este estudio se analizaron 32 tipos específicos utilizando un método desarrollado por el Laboratorio Nacional de Calidad del Agua del USGC.

Estas sustancias FPAS se encuentran presentes no solo en el agua potable, sino también en productos domésticos como cajas de pizza, utensilios de cocina antiadherentes, productos de limpieza y espumas contra incendios. Además, pueden estar presentes en alimentos envasados y en plantas de producción de diversas industrias.

Aunque estos productos químicos han sido utilizados desde la década de 1940 en diversas industrias en todo el mundo, muchos países han comenzado a restringir su producción y uso debido a preocupaciones ambientales. Sin embargo, la exposición a PFAS sigue siendo mayor en áreas urbanas.

La contaminación del agua potable con FPAS plantea un desafío significativo para proteger la salud pública. Es fundamental realizar más investigaciones y tomar medidas para reducir y controlar la presencia de estas sustancias en el suministro de agua, garantizando así el acceso a agua potable segura y saludable para todos.

Unseen Threat: America's Water Supply Tainted with Indestructible and Dangerous PFAS Chemicals

Nearly half of the tap water in the United States is contaminated with highly durable and harmful chemicals known as PFAS (per- and polyfluoroalkyl substances), according to a recent study. These chemicals have been found to increase the risk of cancer, reduce fertility, and interfere with immune responses.

PFAS, also referred to as "forever chemicals," are resistant to degradation, making them persist in the environment. Previous research has shown that long-term exposure to PFAS can have detrimental effects on human health, particularly on the reproductive and immune systems, as well as on organ development, including the liver and kidneys. Animal studies have even linked PFAS exposure to tumor formation.

According to a study published by the United States Geological Survey (USGS), it is estimated that at least one PFAS can be detected in approximately 45% of drinking water samples across the country. The likelihood of detecting these substances varies geographically, ranging from 8% in rural areas to over 70% in urban regions.

The study further highlights that PFAS contamination is more prevalent in certain areas, such as the Great Plains, Great Lakes region, East Coast, and central and southern California. This comprehensive study is the first of its kind to analyze and compare PFAS levels in tap water on a large scale.

Scientists from the USGS analyzed water samples directly collected from kitchen sinks of individuals nationwide, providing the most extensive study to date on PFAS in tap water, including samples from both private wells and public water supplies. The concentrations of PFAS were found to be similar between the two types of water sources.

It is worth noting that there are over 12,000 types of PFAS, and not all can be detected using current testing methods. This study focused on analyzing 32 specific PFAS compounds using a method developed by the USGS's National Water Quality Laboratory.

FPAS chemicals can be found not only in drinking water but also in everyday household items such as pizza boxes, non-stick cookware, cleaning products, and firefighting foams. Additionally, they can be present in packaged foods and production facilities across various industries.

While PFAS have been manufactured globally for multiple industries since the 1940s, many countries have recently implemented regulations to restrict their production and use due to environmental concerns. However, urban areas still face higher exposure to PFAS contamination.

The contamination of tap water with PFAS poses a significant challenge in safeguarding public health. Further research is needed, along with stringent measures to reduce and control the presence of these substances in water supplies, ensuring access to safe and healthy drinking water for all.

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