En México existen cifras alarmantes de obesidad y sobre peso, diabetes tipo 2 e hipertensión pueden desarrollar enfermedades cardiometabólicas

De acuerdo con la Secretaría de Salud a través de la ENSANUT 2018, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en la población de adultos es > 70% en mayores de 20 años; mientras que la de diabetes por diagnóstico médico previo fue de 10.3%, siendo mayor en mujeres con un 11.4% que en hombres con 9.1%, mayor a lo reportado en el 2012.

Ante estas cifras, existe una amenaza considerable en la reducción de la esperanza de vida del mexicano.

El Dr. Manuel Ricaño Cal y Mayor, cardiólogo del Centro Médico ABC, señala que la principal causa de muerte a nivel mundial son las enfermedades cardiovasculares, cuyos factores de riesgo se van incrementado por otras enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipidemias, así como la enfermedad renal crónica, trastornos del sueño e hígado graso, entre otras.

Sumado al sobrepeso y la obesidad, que son unos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, existen otros factores hereditarios que potencian el riesgo en el mexicano de padecer estos problemas de salud.

Un estilo de vida poco sano, es decir, con mala alimentación, por ejemplo, ocho de cada 10 personas comen mal, lo que significa que tienen una dieta rica en grasas o con alimentos procesados o, incluso, alimentos en grandes cantidades o poco balanceados lo que representa un problema sumado a tener dos extremos: vivir con ayunos prolongados y consumo alimentos procesados o cantidades excesivas.

“Con esto, no le damos oportunidad al organismo de aprovechar los nutrientes obtenidos durante la alimentación. Comemos con prisa  y consumiendo alimentos poco nutritivos, además de tener el hábito del tabaquismo, un alto consumo de alcohol, vivir con estrés y ser personas sedentarias, esto aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiometabólicas a lo largo de nuestra vida”, señala el Dr. Ricaño.

Por otra parte, si un paciente no se encuentra bien diagnosticado y controlado de sus enfermedades metabólicas, esto puede desencadenar problemas cardiometabólicos y, si no se atienden oportunamente, pueden resultar en complicaciones severas o, incluso, fatales.

El especialista explica que cuando se tiene ya un diagnóstico de este tipo de enfermedades se pueden llegar a controlar, disminuyendo así el riesgo de vivir un evento cardiovascular (como un infarto). Esto se logra principalmente si se modifica tanto la alimentación como el estilo de vida.

“En el Centro Médico ABC nuestros especialistas están involucrados en el área de prevención, lo que implica tener conocimiento sobre los problemas y hábitos de los pacientes. Para esto se realizan algunos estudios de laboratorio y otras herramientas que nos permiten estimar el riesgo cardiovascular y, en caso de ya existir algún problema detectado en el paciente, se buscará atender con los diferentes tratamientos existentes”, comenta el Dr. Ricaño.

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Como apoyo a esto, existen otros estudios por imagen que ayudan a estratificar, de forma objetiva, el riesgo cardiovascular en los pacientes  como la cuantificación de calcio coronario por medio de tomografía;  y en caso de ya conocer la existencia de enfermedad ateroesclerótica, saber si existe  repercusión clínica por medio de estudios funcionales como son las pruebas de esfuerzo, convencionales o apoyados por estudio de imagen (medicina nuclear, resonancia magnética, ultrasonido cardiaco). Todos estos estudios se realizan en el Centro Médico ABC por cardiólogos especialistas.

No deberías tener miedo de acercarte a un médico cardiólogo. Si en tu vida diaria tienes alguno de estos factores de riesgo o ya cumpliste 40 años, lo ideal es realizarte un chequeo cardiovascular anual para prevenir la aparición de cualquier enfermedad cardiaca. Sumado a esto, lo ideal es tratar de llevar un estilo de vida más saludable, concluye el Dr. Manuel Ricaño Cal y Mayor.