La omisión y encubrimiento de PGJEM en la desaparición de jovencita Arizbeth Sánchez Izalde

Angustiados y con una expresión de tristeza reflejada en sus rostros, los padres de Arizbeth Sánchez Izalde, denunciaron que a 3 años con 7 meses, siguen sin conocer el paradero de su hija, que fue secuestrada en el poblado de Santa María Chiconautla y que hasta la fecha, personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México  ha dejado en el olvido  las investigaciones sobre este caso.

“Una funcionaria de nombre Sayonara, de la Fiscalía de Trata en Toluca, nos hizo creer que mi hija había sido encontrada muerta, nos enseñó prendas y cosas de jovencitas pero ninguna pertenecía a mi hija, supuestamente el cuerpo de mi hija se encontraba en las instalaciones de la Procuraduría General de la Republica (PGR), acudimos a la dependencia, pero nunca nos enseñaron el cuerpo, la funcionaria nunca llegó”, declaró Irma Izalde, madre de la desaparecida.

Con voz pausada, cansada  por la búsqueda incansable que no ha dejado de hacer desde la tarde del 25 de febrero del año 2013, Irma Izalde, acompañada por Víctor Sánchez, su esposo y padre de Arizbeth, refirieron que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) no ha agotado todas las líneas de investigación que giran en torno al caso de su hija.

Preocupados, aseguraron los padres que familiares de un posible sujeto relacionado al secuestro de Arizbeth, lo ampararon a través de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) que evita cualquier acción penal en su contra y que podría ser la clave para encontrarla.

Rompiendo en llanto, Irma, sosteniendo fuertemente en el pecho la fotografía de su pequeña Arizbeth, recordó que pareciera que fue ayer cuando su hija de entonces 15 años de edad junto a su hermano de 10, pidieron permiso para salir a la tienda a comprar golosinas.

La tarde del secuestro, alrededor de las 18:00 horas, hecho asentado en las carpetas de investigación 344610360176713 de la PGJEM y 974/EXT/ 2014 de la PGR,  la joven que entonces cursaba el tercer año de secundaria oficial 0961 “León Felipe”, y que estaba a punto de realizar su examen para ingresar al bachillerato, ya no regresó a su hogar, solo su hermano.

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El pequeño de entonces 10 años de edad, de identidad reservada, relató a sus progenitores que al salir de su casa, al llegar a la calle Álvaro Obregón, en la esquina con la calle Miguel Hidalgo, cuando estaban por llegar a la tienda, se les emparejó una camioneta tipo Windstar, color verde oscuro, cuyo conductor según describió el menor de edad, era un hombre gordo, moreno,  con corte de pelo tipo militar, de entre 30 y 40 años, les preguntó por el centro de salud, por lo que luego de que su hermana le indicó el camino, el  individuo  abrió la portezuela del lado del copiloto,  los amenazó con una pistola y  los obligó a subir a la camioneta y se alejó del lugar.

“Si gritan, los mato”, amenazó el sujeto a los menores para que no trataran de pedir ayuda y se enfilo hasta la colonia Ciudad Cuauhtémoc, luego de dar varias vueltas, tal vez con la intención de desorientar al niño, enfiló de nueva cuenta hacia la carretera México-Pachuca.

Durante el trayecto, el sujeto realizó una llamada telefónica, “ya la tengo”, escuchó el hermano de Arizbeth, que dijo el sujeto, después cortó la llamada. Posteriormente, el secuestrador ordenó a Arizbeth pasar al asiento trasero donde le colocó unas esposa metálicas y le ordenó que memorizar una clave para un depósito de efectivo.

Finalmente el sujeto ordenó al pequeño bajar de la camioneta junto a un lote baldío en las inmediaciones de Ojo de Agua, en el municipio de Tecámac, donde supuestamente un vehículo de color rojo lo recogería, pero esto no sucedió, horas después fue auxiliado por una mujer.

Desde entonces, los padres de Arizbeth aseguran que  han vivido un calvario el no saber que fue de su hija,  pero sobretodo no se explican por qué el posible sujeto involucrado en el secuestro no ha sido detenido para ser interrogado.

El encubrimiento de la PGJEM (agencia quadratin)

“Quiero llegar a la verdad, solo me han dado falsas esperanzas, no me han dicho la realidad, me traen de allá para acá sin tener alguna solución, cuando se perdió mi hija me bloqueé de todo, me dijeron está trabajando, o se fue con el novio, pero a 3 años y 7 meses la procuraduría no me da ni un solo dato para localizar a mi hija”, entre lágrimas Irma añadió que , ha preservado todas sus pertenencias para cuando su hija este de regreso en su hogar.

Redacción-tlayuda/afondo