Hijo de funcionaria del PRI, golpea a menor y amenaza de muerte

Puerto Escondido, Oaxaca.- Como ya se ha hecho costumbre entre los hijos de varios políticos y funcionarios públicos priístas, ahora Eduardo Canseco Acosta, hijo de la dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Oaxaca, Liz Acosta, ha hecho que la opinión pública se pregunte si son congruentes los mensajes que el tricolor envía a través de los miles de spots por radio y televisión, o si en realidad la enquistada cultura de corrupción sigue presente en el instituto político.

De acuerdo a varios testigos, el joven Canseco Acosta agredió a golpes y amenazó de muerte a un menor de edad que pasaba con su familia cerca del Bar Kabalah, ubicado en la playa Zicatela, en Puerto Escondido, Oaxaca, en donde el junior ingería bebidas alcohólicas y presuntamente, también drogas.

Algunas personas que presenciaron la agresión intervinieron para quitarle al menor y solicitaron auxilio de la policía municipal y estatal, pero un grupo de amigos que acompañaba al hijo de la dirigente priísta se lanzaron a golpes contra ellas, en tanto que los guardias de seguridad del antro permitieron la huida de Canseco Acosta.

La familia del menor agresido presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público de Puerto Escondido, a la espera de que la Procuraduría de Justicia del Estado investigue para fincar las responsabilidades correspondientes, ya que los elementos de la policía que acudieron al lugar se negaron a detener al grupo de acompañantes de Eduardo Canseco.

Eduardo Canseco Acosta (agresor) y Elizabeth Acosta López dirigente del PRI

Cabe señalar que no es la primera vez que dirigentes o funcionarios públicos de extracción priísta se ven en entredicho por sus vástagos; recordemos que los desplantes de Andrea Benítez, a quien en las redes sociales apodaron Lady Profeco, le costó el cargo a su padre, Humberto Benítez Treviño, quien se desempeñaba como titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), luego de que la joven pretendiera clausurar un restaurante porque no le asignó la mesa que ella quería.

Redacción--revoluciontrespuntocero.com