Debate por criminalización del aborto en SCJN

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) inició el debate sobre la constitucionalidad de las reformas legales en Baja California y San Luis Potosí que criminalizan el aborto.

El pleno de la SCJN discute el proyecto elaborado por el ministro José Fernando Franco, donde tilda de inconstitucionales estas reformas estatales que otorgan protección a la vida desde el momento de la concepción.

Al iniciar el análisis de los juicios, el ministro Fernando Franco González Salas lamentó las expresiones ofensivas y denigrantes de quienes se oponen a su proyecto relacionado con la prohibición del aborto en esas entidades.


La Ciudad de México es la única entidad federativa donde es legal la interrupción del embarazo, avalada por la Corte hace tres años.

De esta forma, definiciones como la consideración de un sujeto jurídico a partir del momento de la fecundación; o la prohibición a que los congresos locales establezcan en sus legislaciones locales la criminalización del aborto por contravenir a la Constitución, serán temas que deberá resolver el pleno.

Las opiniones están divididas.

Por un lado, los diputados federales del PAN y PRI exhortaron a la SCJN a respetar la decisión de los Congresos locales de Baja California y San Luis Potosí para legislar en materia de protección del derecho a la vida.

En vísperas de que la SCJN emitiera su fallo en este tema, los diputados pidieron a los 11 ministros no invadir la esfera de lo que han decidido diversos Congresos estatales, porque entonces se tendrían que replantear las atribuciones de la SCJN para acotar este tipo de invasiones.

Así también lo hizo el cardenal Norberto Rivera durante su homilía en la Catedral Metropolitana, pues el arzobispo primado de México condenó de forma explícita del aborto, del que afirmó es una injusticia y nunca una solución.

Mientras que legisladoras del PRD y el PT respaldaron el proyecto de la Suprema Corte para declarar inconstitucionales las reformas que condenan el aborto en dichos estados.

Redacción--eleconomista.com.mx