Narcofosa en Zinacantepec

Un total de cinco cadáveres fueron desenterrados del patio trasero de una vivienda ubicada en el Barrio Santa Cruz de los Patos en la localidad de San Francisco Tlalcilalcalpan en los límites entre el municipio de Zinacantepec y Almoloya, Estado de México; fuentes de la Procuraduría indican haber recibido una denuncia que apunta a 23 cuerpos pero sólo tenían siete confirmados.

Según el reporte de la Procuraduría de Justicia del Estado de México (PGJEM), alrededor de las 6:00 de la tarde se presentó una persona en el Ministerio Público para denunciar que un familiar suyo se encontraba en calidad de desaparecido, dijo que por ese motivo recibió un anónimo que informaba sobre el sitio de la fosa clandestina.

Según la versión oficial, el texto de la nota indicaba que en esta fosa se encontraban al menos 23 cadáveres, entre ellos los de policías ministeriales, federales y civiles; por lo que acudió al Ministerio Público para presentar la denuncia.

Las autoridades realizaron una movilización alrededor del lugar identificado en la nota y comenzaron la búsqueda localizando un cuerpo que no pudo ser identificado de inmediato pues había sido encalado, proceso que disminuyó su pestilencia y alteró el proceso de descomposición.

Posteriormente realizaron pruebas con un rastreador molecular, a través del cual identificaron en ese mismo punto otros seis cuerpos, por lo que, con la ayuda de una retroexcavadora, elementos de las policías municipales de Zinacantepec y Almoloya de Juárez continuaron con la excavación.

Posteriormente arribó al lugar el grupo canino de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) para colaborar con la búsqueda, según fuentes policiacas que presenciaron los hechos, los perros identificaron siete puntos en los que presuntamente habría más cuerpos, además del que ya era escarbado.

Elementos de seguridad pública municipal continuaban los trabajos, mientras que en la Procuraduría los peritos indicaban que de los siete cuerpos que presuntamente identificaron con el rastreador molecular, sólo había cinco, ya que un bulto donde se sospechaba que había dos cuerpos sólo encontraron cal.

Personal de las corporaciones municipales que se encontraban apoyando en las labores afirmaron que “eso va para largo” dado el hallazgo realizado porla corporación canina de la ASE.

La vivienda con el número 25 de la calle La Joya era rentada desde agosto de 2010 por personas con acento norteño y abandonada aproximadamente hace tres meses.

La familia García quien habita en las cercanías aseguró desconocer las actividades que realizaban las personas que por mil pesos mensuales rentaban el lugar.

“Nosotros no sabíamos quienes eran, ni a qué se dedicaban, sólo nos pidieron les rentáramos y casi siempre se veían hombres, un par de veces vimos mujeres pero nada más”.

Vecinos del lugar afirman que en ocasiones escuchaban balazos por las noches y que los inquilinos tenían “una mala cara”.

“Lo que veíamos eran camionetas de lujo, muy buenas, pero no sabemos si se trata de gente buena o mala, pero sí veíamos mucho movimiento de camionetas buenas”.

Redacción--Milenio