Queja de una abuela "inundaciones en Ecatepec"

ECATEPEC, Méx.- En el bulevar río de Los Remedios, manzana 2, lote 59, de la colonia Ampliación Pedro Ojeda Paullada, vivía Uriel, el pequeño de 12 años que falleció electrocutado. Desde el día que ocurrió el incidente y su muerte, ninguna autoridad se ha preocupado por el sepelio del pequeño.

"Sólo escuché las condolencias por la televisión y nada más", dijo Fátima Vázquez López, abuela del pequeño.

Nadie se ha preocupado por estar al tanto de lo que pasó, además la casa donde habitaban sigue igual, es decir, inundada. "Prueba de ello es que no lo pudimos velar en casa, revela un familiar del menor".

Rosario Fátima Vásquez López, abuela del menor, recordó que iba a un centro comercial con su abuelo Héctor Trejo, de 51 años, a comprar comida cuando pisó un cable y se registró la descarga.

El niño murió cuando recibía atención médica en el hospital "José María Rodríguez" de Ecatepec. Su abuelo también salió herido al querer retirarlo del cable.


El presidente Felipe Calderón dijo el viernes que la familia de Uriel recibiría ayuda, pero su abuela aseguró que hasta la tarde del sábado nadie se había puesto en contacto con ellos.

El menor fue velado en la colonia Casas Alemán porque su vivienda está bajo las aguas negras. Ayer domingo, fue sepultado en el panteón Jardín Guadalupano.

La lluvia del sábado volvió a causar ese temor. Pero ya para qué, dijo doña Delfina, "de todos modos ya nos puso en la madre el agua, vea cómo está mi casa, es que puede ser casa, parece alberca, pero de aguas negras pestilentes. Qué lástima, hoy estamos peor, pero gracias a mi santo preferido, San Judas, te estoy platicando. Qué tristes estamos. ¿Y quién tuvo la culpa?, nadie sólo Dios sabe por qué se hacen las cosas", aseguró doña Remedios, casualmente como el río que se desbordó

Los damnificados reparten culpas. Efrén Cruz, vecino de la colonia Renacimiento culpó a las autoridades por el sufrimiento que viven. "Es un crimen lo que cometieron porque pudieron haberlo controlado y no lo hicieron. Pero ¿qué pasó?, nadie lo sabe, ni tampoco lo supo. Lo que sí fue cierto es que de repente comenzaron los gritos. Nos inundamos, ayuda.. oh Dios, ayúdanos, fue el grito de la mayoría de los vecinos. Todo ocurrió tan rápido. Salimos como pudimos, las aguas negras nos invadieron de forma inmediata".

Sólo cinco palabras bastaron para generar una psicosis colectiva. "Se está desbordando el canal", fue el grito que se escuchó y todos se alarmaron.

Eran las 17:30 horas de ayer y todos los vecinos de la calle Bulevar Río de los Remedios se estremecieron. El aviso vino de boca en boca y Rosaura Santiago se subió a su carro y salió de la zona con parte de su familia para protegerse.

Otros empezaron a colocar los costales de arena y tepetate en las entradas de las calles para evitar que las aguas negras penetraran de nueva cuenta a sus moradas.

Muchos corrían sin saber por qué. "Se reventó otra vez el canal", gritaban otros, sin tener la certeza. El miedo se apoderó de los habitantes de esta zona del municipio más poblado del país.

El miedo de sufrir otra inundación vive en cada uno de los residentes de las colonias que están en el margen del río de Los Remedios.

Después de 48 horas del desbordamiento, las aguas residuales se encuentran todavía en calles y hogares de varias colonias. En la Ampliación Pedro Ojeda Paullada los residentes se ayudan entre sí porque las autoridades no han acudido a su auxilio, se quejaron los habitantes.

Marco Antonio Vásquez está cansado de pedir ayuda a las policías federal, estatal y municipal para que fueran a su casa a extraer el líquido residual que arrasó con el equipo que tenía para hacer postres que vendía para sobrevivir.

Sólo miembros de un escuadrón de rescate civil lo escucharon. Nadie más. "Aquí no ha venido nadie, no hemos recibido nada, ni agua, ni comida", contó.

La desesperación se apoderó de muchos. Cansados de esperar a que les den ayuda, algunos habitantes de las colonias Granjas Independencia y CROC "secuestraron" camiones Vactor para llevarlos a sus calles y hogares para obligar a los operadores a extraer los líquidos residuales.

La alarma de otro desbordamiento la tarde del sábado en el canal de Los Remedios resultó falsa, pero los vecinos ya no podrán estar tranquilos.

Redacción--Sol de Toluca