Movilización en Grecia contra austeridad

Unos 20 mil manifestantes griegos buscaban rodear el Parlamento, al que ingresaron los diputados gracias al despliegue policiaco.

La deuda de Grecia representa el 150 por ciento de su Producto Interno Bruto

Atenas,  Grecia.- En Grecia se llevó a cabo la tercera huelga general del año, con una fuerte repercusión en los servicios públicos, los transportes y el comercio, así como manifestaciones contra el plan de austeridad elaborado por el Gobierno para evitar la bancarrota del endeudado país.

Unas 20 mil personas, según la Policía, se congregaron a media jornada en Atenas.

Los inconformes griegos, quienes acampan desde hace tres semanas en la plaza Syntagma, se dirigían hacia el Parlamento, al igual que grupos de izquierda y nacionalistas de derecha, con la intención de rodear el edificio, custodiado por la Policía.

Los eslóganes de los manifestantes apuntaban a los dirigentes políticos del país, más que a sus acreedores financieros.

La plaza Syntagma estaba cubierta de banderas griegas y españolas, en remembranza al movimiento de los "indignados" surgido en Madrid, con banderas en griego que llamaban a "Resistir" y que proclamaban en español: "No pasarán".

"No se trata sólo un problema económico, sino también moral y político", manifestó un empleado bancario.

Varias escaramuzas entre policías y manifestantes se produjeron en las inmediaciones del Parlamento, sobre todo en una pequeña arteria que conduce al Palacio Maximou, residencia oficial del Primer Ministro, Giorgos Papandreou.

"Ladrones", gritaban los manifestantes a los coches oficiales que transitaban por la zona. La Policía desplegó decenas de furgones a la entrada del Parlamento para permitir el acceso a los diputados y bloquear a la multitud.

Las protestas provocaron que el socialista Giorgos Lianis anunciara su renuncia como diputado, por considerar que la política del Gobierno había fracasado. Otro legislador socialista anunció que votaría contra el plan de austeridad.

La deuda de Grecia representa 150 por ciento de su Producto Interno Bruto.

Los legisladores tienen previsto empezar a debatir el proyecto de ley presupuestaria que incluye un nuevo paquete de austeridad hasta 2015, solicitado por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los demás países de la Eurozona no consiguen, sin embargo, ponerse de acuerdo sobre el mejor plan para evitar el hundimiento de Grecia, que según las agencias de calificación financiera está al borde de la quiebra.

Alemania aboga para que los acreedores privados, como bancos, aseguradoras, fondos de pensiones e inversiones, acepten una moratoria de siete años sobre los vencimientos de la deuda griega, como parte de un paquete global en el que el FMI y la Eurozona volverían a prestar dinero.

Pero el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea y Francia sostienen que toda participación del sector privado debe ser voluntaria, para evitar la percepción de que Grecia es incapaz de reembolsar su deuda.

Redacción--Reforma