Telenovela causa controversia en militares

'Amor y revolución' narra, basada en hechos reales, el romance imposible entre una guerrillera y un agente de Inteligencia militar.

Los militares incomodados creen que el Gobierno está detrás de la telenovela para sumar apoyo a la comisión que investigará la dictadura

Río de Janeiro,  Brasil.- Convencidos de que se quiere volcar a la sociedad brasileña en contra de las fuerzas armadas, un numeroso grupo de militares hizo pública una petición para que se saque del aire la telenovela "Amor y revolución", la primera que tiene como contexto la última dictadura en Brasil (1964-1985), que el canal privado SBT transmite desde hace dos semanas.

"Si las fuerzas armadas no hubiesen actuado, Brasil sería hoy China", destacó el creador del manifiesto, el suboficial de reserva de la Aeronáutica José Luiz Dalla Vecchia, de 70 años, que ya ha cosechado 537 firmas de militares activos y en retiro para la solicitud, financiada por la Asociación de Beneficencia de Militares Inactivos y Graduados de la Aeronáutica.

Al más puro estilo de "Romeo y Julieta", la historia de "Amor y revolución" gira entorno al romance imposible entre María Paixão (interpretada por Graziela Schmitt), una líder estudiantil que se vuelve guerrillera, y el militar moderado José Guerra (Claudio Lins), agente de inteligencia que se infiltra en el convulsionado ambiente universitario y cuyo padre es un general de línea dura.


Con una historia anclada en hechos reales ocurridos tras el golpe del 64, y la exhibición de fotos y videos históricos, la originalidad del programa radica, sin embargo, en que después de cada capítulo se muestra un testimonio de tres minutos de personas que sufrieron persecuciones y torturas durante el régimen dictatorial.

Incluso, han grabado sus presentaciones algunos personajes conocidos, como José Dirceu, ex jefe de Gabinete del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, además de María Amelia Teles y Rose Nogueira, que fueron compañeras de prisión de la actual Presidenta Dilma Rousseff, una ex guerrillera que fue torturada por los militares.

Y eso no es todo, el guionista, Tiago Santiago, pretende tener para el último capítulo el testimonio de la propia Mandataria.

Según la petición, los militares incomodados creen que el Gobierno está detrás de la telenovela para lograr el apoyo popular al proyecto de una Comisión de la Verdad que eche luz sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante esos años de plomo.

A diferencia de otros países latinoamericanos que soportaron dictaduras, Brasil, que tiene 400 desaparecidos, no ha investigado su pasado reciente, en parte gracias una Ley de Amnistía sancionada en 1979 por los propios militares.

"La censura es inconstitucional", reaccionó ayer el guionista Santiago ante la solicitada militar.

"Este movimiento en contra de 'Amor y revolución' sólo interesa a quien cometió crímenes y no quiere que sean mostrados", apuntó.

Redacción--Reforma