Comienza Universiada 2011 y los ridículos de Enrique Peña
Toluca.- Las hileras de autobuses sobre la avenida Vicente Guerrero y el tormentoso caos en las arterias que rodean el estadio "Alberto Chivo Córdova", anunciaban el inicio de la fiesta universitaria.
Más de un centenar de policías estatales intentaban movilizar el tráfico, pero la tarea resultaba imposible. La realidad era que preparaban el camino para que el gobernador Enrique Peña y su exagerada cantidad de escoltas, pudieran entrar al estadio universitario. Y así sucedió cerca de las 5.25 de la tarde la policía estatal detuvo el tránsito para dar paso a las 4 camionetas negras que Peña usa para su traslado.
El “flamante” gobernador bajó de una de ellas con pose de artista de cine, mientras sus escoltas formaban una línea de seguridad a su alrededor. El ruido de una hélice se hizo presente, era la vigilancia aérea del mandatario estatal.
Ya en el interior del estadio, ocupado por cerca de 30 mil personas, el rector de la UAEM, Eduardo Gasca Pliego, junto con funcionarios estatales y universitarios, escucharon las palabras del presidente de la Confederación Nacional del Deporte, Bernardo de la Garza: “Este evento combina exitosamente el estudio con el deporte y demuestra que los jóvenes, cuando se les dan las oportunidades y condiciones necesarias, son capaces de potenciar al máximo sus capacidades para superar retos y alcanzar el éxito”. Sus palabras poco se escucharon ante la impaciencia del público que exigía el comienzo de las actividades.
Las autoridades presentes se dispusieron a dar la vuelta olímpica al estadio, encabezados por Gasca Pliego y Peña Nieto. Del grupo de funcionarios que comenzaban el recorrido por la pista de atletismo, uno se detuvo, quedándose rezagado, era la alcaldesa de Toluca, María Elena Barrera Tapia, quien decidió echar para atrás sus planes de seguir el recorrido trotando como los demás, todo por los “pequeños” zapatos de tacón que se lo impidieron.
Al mismo tiempo que la presidenta municipal abortaba su misión y regresaba a su lugar asignado en el evento, Peña Nieto era abucheado por un sector del público, en su recorrido. Otros más aplaudían por la inercia de la festividad.
Terminada la vuelta olímpica, el gobernador y el rector saludaron a los atletas ubicados en el centro del campo, para posar ante las cámaras de los selectos medios de comunicación a los que les asignaron un lugar exclusivo, lejos de la mayoría de los informadores ubicados en la parte este del estadio.
El público se impacientaba por lo extenso del ritual protocolario, y los funcionarios regresaron a sus lugares para escuchar el himno mexicano y el de la UAEM.
Mientras la banda de guerra terminaba de entonar el himno mexicano, la escolta encargada de llevar la bandera, se descontrolaba en su intento de enrollarla y guardarla, haciendo del solemne acto, un hecho ridículo.
Pero el público estaba en su ambiente, realizando olas de izquierda a derecha del estadio, pero estas se interrumpían al llegar a la zona donde estaban las autoridades, quienes de forma desorganizada rompían la armonía del vistoso acto.
Ya en el discurso del rector, este comentó: “La Universidad Autónoma del Estado de México abrió sus brazos a la sana competencia de cientos de mujeres y hombres que ponen de manifiesto que es posible concretar una preparación integral en las aulas universitarias, con jóvenes bien preparados en lo académico y desarrollados plenamente en lo físico e intelectual”.
Al mismo tiempo de las palabras del rector, los atletas comenzaban a romper las filas y se sentaban en medio del campo, ya cansados de la larga ceremonia.
Pero el momento más emotivo y esperado de la tarde llegaría, cuando la atleta Margarita Hernández Flores de la UAEM, saltó a la pista para dar la vuelta olímpica con antorcha en mano; ascendiendo hasta la parte cumbre de un pletórico estadio, al borde del júbilo. Margarita saludó a los 4 puntos cardinales y extendió el brazo para encender la llama que estará ardiendo hasta el próximo 8 de mayo, día en que terminará la competencia.
Con la gente haciendo fiesta en las tribunas, Enrique Peña Nieto dio su discurso de inauguración: "Deseamos que la juventud que participa en este evento deportivo realmente encuentre en él una gran etapa de su formación personal; que sirva para inculcar valores fundamentales como la disciplina, la constancia, el trabajo en equipo y, sobre todo, el espíritu de competencia. Declaro formalmente inaugurada la Universiada Nacional", grito fervientemente el gobernador, mientras que de las tribunas le respondían “¡Uleroooo, uleroooooo!”, seguido de abucheos, de un sector del estadio.
La tarde estaba cayendo, eran las 6.30 pm, el inmueble había logrado su lleno total, mientras el gobernador emprendía su retirada despedido por el rector Gasca Pliego.
El dirigente de la máxima casa de estudios mexiquense, regresó a su lugar en el estadio a seguir con su papel de anfitrión ante los demás funcionarios que acompañaron el acto. En tanto en el campo, los estudiantes atletas de las 32 entidades federativas del país se amotinaban para escuchar el concierto del grupo” los Estrambóticos”.
En punto de las 7.40 la gente seguía entrando al inmueble de Ciudad Universitaria, para ser participes de la fiesta universitaria más grande del país.
Con el pebetero ardiendo y el público encendido, el "Alberto Chivo Córdova" concedió una extraordinaria postal, digna de la capital mexiquense.
Redacción--Alfa diario
Comienza Universiada 2011 y los ridículos de Enrique Peña
Reviewed by Toluca Noticias
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4/27/2011
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