Amenazados familiares de niño Giuseppe secuestrado y asesinado

Desde que Giuseppe Marín Rocha de 10 años de edad, fue secuestrado y asesinado en agosto de 2010, su padre y madre viven con temor y la desconfianza, pues además del atroz delito cometido en su contra, han sido amenazados por los consanguíneos del único delincuente preso que fue aprehendido por la procuraduría de justicia estatal.

José Luis Marín Aceves, padre de Giuseppe, recordó que su hijo fue secuestrado por Omar Alin Rayas Becerra de 20 años, hijo de un compañero de trabajo con quien llevaba una amistad de mucho tiempo “incluso conocí desde niño a Omar, sin imaginar siquiera que alguna vez fuera a ocasionar tanto daño a mi familia”.

José Luis Marín y Arturo Raya, ambos trabajadores de la extinta empresa Luz y Fuerza, se conocieron desde jóvenes y trabaron una amistad de más de 15 años.

Fue a raíz de la extinción de la paraestatal, cuando el hijo de Arturo —Omar Alin— comenzó a interesarse sobre la liquidación que recibió el papá de Giuseppe y hasta se ofreció a comprarle un vehículo.

“Omar se portaba extraño, merodeaba la casa, se paraba en la esquina y los vigilantes hasta lo calificaron de sospechoso pero yo no imaginaba sus intenciones”, narró José Luís Marín, quien ahora dice que ya no confía en nadie y que desconectó el timbre de su casa para tener que abrir la puerta de forma manual y tener tiempo de saber qué persona es.

El 24 de agosto de 2010, Omar Alin, junto con dos cómplices, perpetró el secuestro del niño Giuseppe Ludwing Marín Rocha, cuando jugaba en el fraccionamiento Las Alamedas.

Días después, su cuerpo fue encontrado en un paraje de Cahuacán, en el municipio vecino de Nicolás Romero.

La policía ministerial sólo pudo capturar a Omar Alin pero aún están prófugos su hermano Arturo y un cómplice más.

El secuestro y homicidio de Giuseppe cambió la vida de la familia Marín pues los padres ya no dejan sólo a su otro pequeño, lo llevan y van por él a la escuela, no sale solo a la tienda y tampoco le permiten jugar en la calle.

Los vecinos de la familia también han tomado sus precauciones y están por enrejar las calles Codorniz y Gaviotas, para evitar que extraños pasen cerca de sus casas.

Los padres del secuestrador han amenazado a sus víctimas “lo han hecho en las audiencias, por lo cual la juez ya asentó estos hechos”.

Redacción--Milenio