Aeroméxico tiene modalidades para robar a sus clientes

Aeroméxico, vuelo 167. Culiacán a D.F. 12mar10. 5:00 pm. Con las nuevas disposiciones de franquicia de esta aerolínea llego al mostrador con mi asistente, cada uno con nuestra maleta y además dos cajas de libros, un total de 4 piezas de equipaje. Al llegar al mostrador el empleado de Aeroméxico que me atiende, Victor Manuel Monrreal Boutier, me dice obedeciendo a las “reglas” que le impone Aeroméxico: “Disculpe señor, sólo pueden documentar 1 pieza de equipaje por pasajero”. Lo sé y en ese momento pienso en la posibilidad de envolver las dos cajas en plástico ya que es un servicio que “curiosamente” está ahí al lado de los mostradores. Así tendríamos, como por arte de magia, solo 3 piezas de equipaje, las dos maletas y la plastificada fusión cajas. Una de las maletas nos la podríamos llevar a bordo y así quedaba todo perfecto para documentar con las reglas de Aeroméxico las otras dos piezas: yo mi maleta, y mi asistente las plastificadas cajas. La maleta de mi asistente podría irse en la cabina. En ese momento Víctor Monrreal me dice: “Disculpe señor, pero sólo puede 25 kilos por pieza. Y las cajas envueltas juntas pesan 39 kilos”. Respondo: “Pero mi maleta solo pesa 7 kilos. De esa manera, si somos dos pasajeros y tenemos derecho a 25 kilos cada quien, o sea, 50 kilos por los dos, y la suma de los dos piezas (39 + 7) suman 46 kilos, entonces está perfecto”. Victor Monrreal responde: “Lo siento, pero aunque sean menos de los 50 kilos permitidos para dos pasajeros, las reglas dicen que son hasta 25 kilos por cada uno, o sea, usted queda bien porque su maleta solo son 7, pero el otro equipaje si plastifica las cajas se pasa de 25 porque pesan juntas 39 kilos”. No podía creer lo que estaba escuchando. Confieso que en algún momento pensé que era una broma y estuve a punto de reír. Me di cuenta de que hablaba en serio. Le pregunté con toda decencia a Víctor si alcanzaba a ver el tamaño del absurdo (nótese que no pregunté si veía el absurdo, eso lo doy por hecho, sino pregunté del tamaño del mismo). Me dijo vacilando: “Hum.., pues…, este…, sí. Pero las reglas son las reglas”. “Oye, y crees que pudieras aplicar tu criterio sobre las reglas? ¿Crees que exista la posibilidad que frente a tal tamaño de absurdo como este pudieras aplicar tu criterio, el más mínimo necesario, y ver que no hay problema?” -dije. Víctor respondió: “Señor es que las reglas dicen que usted podría pagar el exceso de las cajas, 14 kilos, 60 pesos por kilo, es decir, 840 pesos y listo, con eso no tendría ningún problema”. “Creo que no logro explicarme Víctor. Te pregunto algo: ¿Por qué crees que la línea aérea limite el peso?”. Respondió: “Pues para ahorrar combustible señor. Se hicieron cálculos y si cada pasajero trae menos de 25 kilos, entonces el avión consume menos combustible y eso permite ahorrar a la línea aérea”. “Me repites esa explicación por favor Victor?”. Me la repitió. Luego le dije: “Entonces si vamos dos personas y juntos colocamos 47 kilos sin importar cuántos aporten el equipaje de cada quien, entonces no habrá problema de sobrepasar el peso que dices. ¿Cómo me explicas que hubiera problema?”. “Este… pues…, verá… pues sí… es raro, ¿verdad?, pero tengo que obedecer reglas”. (!!!). La confrontación que le hice frente a su absurdo fue contundente. Le volví a preguntar que si ante esta lógica abrumadora podría documentar mi equipaje sin problema. Me respondió que lamentablemente no, que esas cosas sólo las podría hacer como excepción un gerente de línea. De inmediato pedí hablar con él y me dijo: “Ah, pero es que hoy no viene, además es cuestión de escribir toda una carta, enviarla para autorización y así…”. Victor, y crees que en un momento como éste, donde tengo que abordar ya, también sea lógico hacer todo ese procedimiento para lograr documentar mi equipaje aún si estuviera aquí el gerente? Y si estuviera aquí, teniéndolo frente a mí, aquí mismo le tendría que escribir una carta para dársela en su mano y la leyera y la aprobara y me la devolviera y así tú ya poder documentar mi equipaje que no se pasa ni de cantidad ni de peso?”. Me respondió: “Algo así quizá, pero por favor entiéndame que debo obedecer las reglas porque de lo contrario me podrían ver y me terminarían cobrando a mí el exceso de la pieza de equipaje”. Entonces procedí a preguntarle cómo lo podrían detectar, con qué sistema. Me explicó que en la pantalla de su sistema tiene una firma electrónica que podría detectarlo a él y luego así indagar cómo fue que permitió lo que por regla no se permite. ¡No me imagino que alguien se encargara de esto en un vuelo cualquiera! Yo creo que Víctor no sabía que estaba platicando con un viajero en extremo frecuente donde miles de veces no he tenido problema alguno en casos similares. En fin, la esencia de su comportamiento revelaba otras intenciones o temor. ¡El empleado no podía ejercer su propio criterio como persona por temor a pagar un error… cuando no hay error alguno basado en la lógica más abrumadora!? Pero pareciera que sí hay temor en él porque las empresas tradicionales pueden hacer sentir así a sus empleados. Empresas que operan así: “Abusemos del cliente para ganar nosotros mediante reglas absurdas que inventamos pero con el único objetivo de exprimir la economía del cliente sin que se vean tan así. Es intentar inventar de la nada otro negocio donde se pueda ganar dinero con una regla absurda”. Y la verdad es un negociazo!!! Donde antes no se ganaba ningún dinero extra… llegó algún deplorable “hombre de negocios” y fincó la idea de robo maquillada con una regla que se manifiesta como franco abuso incluso frente al criterio de una amiba. Una forma de robar, con maquillaje de regla que viene de “arriba”, generando un negocio altísimamente rentable.  


Luego, mi brillante asistente me dijo: “Doctor, y si nos subimos a la cabina las dos maletitas y las dos cajas no las envolvemos en plástico y las documentamos como una caja de cada quien, y así cada una queda menor a 25 kilos?”. Ahí estaba la solución. Así lo hicimos y listo. Lo comentó así también el empleado del mostrador de Aeroméxico (luego de escucharlo de mi asistente) y documentamos solo las dos cajas. Nuestras maletas nos las llevamos arriba en cabina.

Se intentó que pagáramos 840 pesos por exceso de equipaje, también se intentó que pagáramos 500 pesos más I.V.A. por documentar una tercera maleta que es lo que te cobran con otra nueva regla (cuando si no la documentas aún así te la llevas arriba y terminará pesando lo mismo para el avión y su combustible). En fin. Me gustaría dejar claro que no es problema por la cantidad a pagar. Es el intento de abuso donde si esto la aerolínea lo hace con todos, absolutamente todos los pasajeros que tan frecuentemente traen más de 1 maleta por persona y muchas veces más de 25 kilos en ella, estaríamos hablando de una súbita nueva fuente de ingresos “de la nada” que Aeroméxico tiene por abuso hacia el pasajero y que le puede generar cientos y cientos de miles de pesos al día, todos los días! Para mí, eso es pleno abuso y deleznable desfachatez por parte de la empresa tradicional, en este ejemplo, Aeroméxico. Por supuesto que frente a la desaparición de Mexicana de Aviación,  una de las empresas restantes, Aeroméxico, usan el que desapareció la competencia para abusar aún más al quedar pocas opciones para los viajeros. El monopolio o duopolio que hay para ciertos destinos (Aeroméxico e Interjet) ha generado un perjuicio tremendo como bien sabido es en todo tipo de monopolio. Ahora bien, Interjet, una compañía más consciente, no ha modificado sus tarifas aprovechando la oportunidad de abuso. Aeroméxico sí, hasta hay tablas de pago de equipaje dependiendo de qué tanto te pasas de los 25 kilos. En Interjet es una tarifa fija. Aeroméxico es un ejemplo, en éste que relato, de lo desunión que existe entre los mexicanos. Con tristeza sigo atestiguando cómo unos mexicanos intentan abusar de otros mexicanos en beneficio propio no importando si afectan para mal al otro mexicano. Por esto y miles de ejemplos más es que estamos como estamos. Nos hace falta tanto una Nueva Conciencia de unión y ayuda mutua por el simple hecho de ser mexicanos. ¿Te imaginas la bendición que sería de que todos los mexicanos pensáramos como prioridad ayudar a otro mexicano a triunfar? ¿Se te hace un ideal inalcanzable? Pues te puedo adelantar que no. Ya hay en México iniciativas de ayuda mutua y sistemas que funcionan sólo ayudándonos unos a otros. Más adelante te cuento. Pero tan solo imagina que todos los sistemas del país funcionaran así. Por eso varios pensadores y autores afirmamos: las puertas del paraíso se abren hacia adentro. Todo empieza con un cambio desde nuestro interior. Pocos quieren ir ahí adentro a modificar el nivel de conciencia. Pocos saben que si lo hicieran terminarían ayudándose a sí mismos por ayudar a los demás. En fin.

Pero espérame, el tamaño del absurdo no acaba aquí. Al ir ya hacia el avión para abordarlo, otros empleados de Aeroméxico en plataforma momentos antes de subir al avión me dicen: “Disculpe señor, viajamos en un avión muy pequeño y sus maletas no caben en la cabina, por favor tomen este ticket y las guardaremos en el compartimento del equipaje para que llegando a México con gusto se las demos”. (!!!). Las 4 piezas de equipaje se terminaron yendo documentadas en equipaje.

Nadie pagó de más, pero el intento de robar -literalmente- se hizo! ¿Acaso el empleado de mostrador no sabía del tamaño del avión? ¡Por supuesto que sabía porque cuando le pedí un ascenso me dijo que era un avión que no tiene clase Premier por ser tan pequeño. Entonces… queda clarísimo el intento de robar. ¿Habrá comisión en los empleados por cobrar el exceso de equipaje a ultranza? Todo hace suponer que sí. No lo sé. Pero sé que hoy en día cuando algo se publica en Internet, puede llegar hasta las personas más indicadas para hacer que suceda algún cambio. Ese es el poder de la denuncia. Ese es el potencial poder de invertir tiempo a escribir esto y publicarlo en mi Tumblr. Por ello te pediría que hicieras copia de esta página y la enviaras a todos tus contactos, lo colocaras en tu facebook, como referencia en tu blog, donde puedas. Con un solo clic reenviando esta página de internet llegaría a millones y millones de mexicanos. ¿Y si llegara a un alto ejecutivo de Aeroméxico, de esos que nunca nadie sabe dónde están porque esos son los de “arriba” y quizá quienes sólo crearon las famosas reglas para “ahorrar” combustible? ¿Y si llegara a la competencia y se usara como evidencia de abuso al cliente y así nosotros como clientes ayudáramos a triunfar a la competencia recomendándola por mejor? ¿Y si por sana denuncia de tal absurdo hacemos que cambien “las reglas”? ¿Y si gracias a esta columna que expandes su publicación en tus medios hacemos que más gente sepa que puede subir una maleta que luego la misma línea aérea la baja y así no pagar nada? Te invito a que lo hagas. Te invito a evidenciar para no permitir más abusos de la empresa tradicional. Y sabes, aprovecho para confirmar el por qué amo la empresa del mercadeo en redes a diferencia de la tradicional:

El paradigma en la empresa tradicional es basada en el capitalismo donde, maquiavélicamente, para muchas empresas el fin justifica los medios. El paradigma del mercadeo en redes es un capitalismo socializado y por merecimiento. El paradigma de la empresa tradicional es saber que unos ganan a expensas de que otros pierdan. El paradigma del mercadeo en redes es que todos, absolutamente todos los que trabajen, ganan a expensas de servir. En la empresa tradicional unos ganan porque otros pierden; en el mercadeo en redes todos ganan por sistema y nadie pierde por sistema. Esta es una de las razones más poderosas por las que amo y hago mercadeo en redes, claro, hecho por las compañías de verdad profesionales. Y hoy por hoy, apoyo y aplaudo a la mejor compañía de mercadeo en redes que, para orgullo, es 100% mexicana: Sanki. En una Nueva Conciencia para ganar, nadie tiene que perder a expensas de otros. Se trata de una elevación en el estado de conciencia donde el mexicano debe aprender que sí hay que sí existe un modelo en México donde sólo por ayudarse mutuamente es que todos ganan. Orgulloso de saber que pertenezco y apoyo a modelos donde la bondad y ayuda mutua son esencia: Nueva Conciencia, mi creación, y Sanki, mi co-creación.

Dr. Alejandro Ariza.


Escrito en pleno vuelo.

Redacción--alejandroariza.tumblr.com