Exigen frente a casa de Peña Nieto, les regresen sus terrenos.

Una treintena de campesinos del poblado de Amomolulco, Lerma, exigieron frente a la Casa de Gobierno del Estado de México que se le regresen sus terrenos que les quitaron para construir instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Con pancartas que reflejaban el sentir de cada uno de los ejidatarios que se dijeron despojados y defraudados por las autoridades gubernamentales, exigieron justicia para decenas de familias que se vieron afectadas con la expropiación de más de 21 hectáreas para la construcción de una unidad académica.

Explicaron que la zona conocida como Laguna del Tercer Vaso de Lerma, en el referido poblado, es propiedad de los campesinos de la zona, y en contubernio con las autoridades federales, el gobierno mexiquense les “arrebataron a la mala” los terrenos, que a la fecha están cercados.

Entre las consignas que mostraron en sus cartulinas se podía leer: “Ya no queremos casiquismos ni corrupción en el Estado de México”, “los campesinos de Amomolulco no queremos una primera dama de la farándula” y una más en la que decía “exigimos que se cumplan los acuerdos sobre los terrenos en conflicto en Amomolulco”.


Los inconformes, que se manifestaron frente a la Casa de Gobierno, señalaron que existen documentos jurídicos en los que se les otorga un amparo para impedir que la UAM, que recibió el predio en donación, siga construyendo su unidad académica.

Adelantaron que en los próximos días intensificarán las acciones de protesta con el fin único de recuperar su patrimonio.

Los manifestantes permanecieron alrededor de una hora a las afueras dela residencia oficial del gobernador mexiquense en espera de soluciones; no obstante, no fueron recibidos por ninguna autoridad.

En agosto de 2009, al menos un centenar de ejidatarios intentaron retomar el control del predio; sin embargo, elementos de la Policía Federal y del Ejército se los impidieron, incluso en ese momento las autoridades federales cercaron las 21 hectáreas con malla ciclónica para impedir el ingreso del grupo de campesinos que exigieron les regresaran sus terrenos.

Redacción--Milenio