Rafael Correa rescatado por ejército

El Presidente Rafael Correa portó una máscara de gas y fue llevado en silla de ruedas al ser rescatado de un hospital donde lo retenían en Quito.

El Mandatario ecuatoriano culpó al ex Presidente Lucio Gutiérrez de estar detrás de la rebelión, lo cual fue negado por éste

Quito, Ecuador.- Decenas de militares de élite pusieron fin anoche, de manera espectacular, al secuestro del Presidente de Ecuador, Rafael Correa.

El Mandatario estuvo retenido durante 11 horas en un hospital por policías inconformes con una legislación que está a punto de entrar en vigor y que privará a la Policía y a las Fuerzas Armadas de varias prestaciones.

El Presidente fue llevado por su guardia personal al hospital de la Policía Nacional al mediodía, después que fue agredido con gases lacrimógenos, también por oficiales, cuando trató de dialogar con ellos en un cuartel de la capital.

Los amotinados le lesionaron además una rodilla de la que acababa de ser operado.

Desde el hospital y ya entrada la tarde, el Mandatario habló con la televisión pública ECTV, a la que le dijo que estaba secuestrado, que era víctima de un intento de golpe de Estado y que no tenía intenciones de negociar con los rebeldes.

"El Presidente está gobernando a la nación desde el hospital", afirmó.

Unas cuantas horas después, tras caer la noche, la televisión comenzó a transmitir en directo la batalla entre militares y policías inconformes, afuera del nosocomio, en la que habrían resultado por lo menos cinco heridos.

El zafarrancho se prolongó durante 35 minutos y concluyó con la salida, a toda prisa y en una camioneta, de Correa, quien se enfiló al palacio presidencial de Carondelet, desde donde dirigió un discurso a cientos de simpatizantes que lo vitoreaban.

"Por el diálogo todo, por la fuerza nada", advirtió, refiriéndose a los agentes rebeldes, quienes, aseguró, pagarán por su insubordinación.

"(Este) ha sido el día más triste de mi vida", añadió.

Correa culpó al ex Presidente Lucio Gutiérrez de estar detrás de la rebelión, lo cual éste negó desde Brasil, donde estaba de visita.

"Lucio asesino, Lucio asesino", coreaba la multitud anoche afuera del palacio presidencial.

Redacción--Reforma