La lectura lo mejor para un niño

La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso. (Francis Bacon)

La lectura es sin duda una parte primordial en la formación de todo ser humano, pero una clave para inculcarle el gusto por ella a tu hijo es empezar desde sus primeros días de nacido, ¿Cómo? Aprovecha cualquier oportunidad que se te presente para leerle un cuento.

En muchas ocasiones, como mamá, puede ser complicado involucrarlo en los temas de la realidad en que vivimos, la muerte, la separación de los padres, la sexualidad, la violencia, entre otros; se convierten en muchas ocasiones en tabúes o temas que por su corta edad, deben ser tratados de una manera especial, sin embargo, éstos no son ajenos a nadie y la infancia es el momento adecuado para que los conozca pues forman parte de su educación e integridad como persona.

Quizá te preguntes cómo explicarle a tu niño estos temas de la manera más sencilla para que los comprenda, la respuesta es simple: un libro.

Hoy en día, muchos autores han acertado en crear fábulas, cuentos e historias con temas que ayudan al desarrollo de los niños y encontraron que a través de ciertas anécdotas es mucho más fácil representar la realidad de nuestras propias vivencias en las que el niño se vea reflejado y logre uno de los principales objetivos de los libros: el aprendizaje.

"Leer es una forma de narrar nuestra propia experiencia, vemos noticias o cosas en la televisión y creemos que es la única realidad, pero es más importante lo que nos pasa por dentro, y narrar es algo que acompaña al ser humano para entender su vida, transmite pensamientos y sentimientos, resulta una manera más divertida y ligera para entender los miedos que el niño pueda experimentar en su vida cotidiana", comentó Claudia Rueda, autora especializada en libros infantiles.

La llave del paraíso

Si el niño comienza la lectura desde temprana edad, incluso cuando tú compartes momentos con él leyéndole libros antes de que desarrolle la habilidad de leer, ésta se convertirá en un hábito que se quedará en él como una experiencia que le transmitirá un goce y lo verá como un gusto o un juego y no como una obligación que le cree barreras o prejuicios de la lectura como algo aburrido o tedioso.

Mientras el pequeño escucha la lectura, se puede comparar con los personajes de acuerdo a las situaciones que lo rodeen y a través de ello desarrolla la habilidad de pensamiento y análisis con lo que logra comprender con facilidad el desarrollo de las historias, viendo en ellas su propia realidad y creando una nueva experiencia.

Existe una etapa en la que el niño se pregunta el por qué de todo, y los libros pueden brindar los elementos necesarios para generar un aprendizaje al formar su propio criterio ante ciertas situaciones, casi por regla general los libros escritos para los pequeños, valoran y respetan la inteligencia y dejan ver la capacidad que él tiene para dar las posibles soluciones a los problemas que presentan los personajes, logrando que el lector se anticipe en muchas ocasiones a los posibles finales.

"Los niños deben leer libros que no intenten impartirles normas, ya que no las entienden, éstos deben manejar el lenguaje con historias divertidas, que presenten el miedo y los propios sustos hacia las cosas cuando uno se relaciona en sociedad, es maravilloso que se tengan personajes de animales ya que con sus arquetipos se puede aprender mucho de ellos; a los niños no hay que darle las respuestas claras en la narración, las cosas no son ni blanco ni negro, ni buenas, ni malas, deben ser sugestivas, que el niño las valore y comprenda la realidad a través de distintas emociones", explica la autora.

En su más reciente libro "Dos ratones, una rata y un queso", Claudia Rueda a través de pequeños roedores maneja la maldad que muchas veces invade a las personas, como el adulto que siempre cree saberlo todo y se aprovecha de la ingenuidad de los más pequeños, de manera que refleja a la humanidad con sus vicios y las salidas que se toman sin pensar y que resultan ser muy crudas, para así, llegar a un final abierto que permite al lector crear su propio análisis de la historia; "los finales abiertos son muy ricos, pueden ser el inicio de otra cosa mucho más cercana a la realidad del lector y enriquecer su experiencia, así se capta el mensaje y se logra un aprendizaje" comenta Rueda.

Nuestro país cuenta con la fortuna de tener un acceso muy fácil a los libros, con un número importante de editoriales y las propuestas de cientos de autores, recuerda que el acercarse a un libro no implica el costo de adquirirlo, tenemos un sin fin de bibliotecas que se enriquecerán mucho más si te acercas a ellas, además muchas ofrecen talleres que involucran a los niños en el hábito de la lectura.

Aprovecha este privilegio, es una magnífica excusa para que pases tiempo con tu hijo, busca libros de todo tipo, acércate a la oferta de distintos autores y no te quedes sólo con lo comercial; consigue libros con ilustraciones que complementen la información narrativa con lo visual que lo ayudarán a comprender las historias ya que el dibujo es abstracto y al asociarlo con su realidad se convierte en un aprendizaje más sólido.

Nunca olvides que un libro va dejando semillitas que enriquecen nuestra cultura y tu hijo en su formación lo verá reflejado, de manera muy productiva, un libro será tu aliado en educación, le abrirá un mundo y lo ayudará a crecer como persona, sin duda, podrá considerarlo como un buen amigo durante toda su vida.

Redacción--Poder edomex