Fuga de cerebros por salarios mal pagados

Alejandro Klecker de Elizalde, director general de una empresa de patentes de origen español.

El camino para patentar: A. Klecker

HUIXQUILUCAN, Méx.- En México, al igual que en España, la crisis económica propicia la llamada "fuga de cerebros" ya que se recorta el presupuesto no subiendo el sueldo a los funcionarios ni a los universitarios, cortando las expectativas de los jóvenes investigadores, quienes buscarán países donde no haya esos sistemas tan rígidos de retribución salarial, afirmó el director general de Clarke, Modet & Co España, Alejandro Klecker de Elizalde.

El especialista en protección, gestión y explotación de los activos de Propiedad Industrial e Intelectual en todo el mundo, sentenció que de no buscar maneras económicas de compensar a los investigadores de excelencia y a quienes hacen patentes, se corre el riesgo de que cualquier universidad -sobre todo anglosajona- nos quite a nuestros mejores elementos.

Esto luego de señalar que la llamada "fuga de cerebros" en países como España y México es un tema crítico, pues lo que manda es el Derecho Administrativo y el Derecho Continental de origen europeo, ya que ambos países han hecho organizaciones muy "encorsetadas", "rígidas", donde lógicamente "no premiamos la excelencia de los investigadores, sino sistemas antidiluvianos de promoción dentro de la universidad y los centros púbicos de investigación".

Como ejemplo de ello señaló a España, donde la crisis económica propició la salida de 118 mil titulados superiores en sólo 16 meses.

En este punto, el directivo observó que es necesario replantear la política en este sentido, ya que "si son las universidades públicas donde está la mayor parte del perfil de investigación de los países latinos, en el caso de México o España 50 por ciento está en el sistema público de investigación y 45 en el privado; por lógica es que en estos centros públicos de investigación se volcarán a las patentes, con la finalidad de venderlas, licenciarlas y obtener ingresos que auto-mantuvieran el gasto de la universidad en investigación y desarrollo".

Lamentablemente, dijo, hay poca conciencia de la importancia de patentar las innovaciones, aunque esto debiera ser el primer deber para reducir el déficit que los países latinos tienen en la balanza comercial por tecnología, pues se compra más de la que se vende.

"En el mundo universitario hay más gente que se dedica a la innovación y luego el número de patentes que sale de la universidad es ridículo, y esto es porque hay poca conciencia de que en países, como los latinos, el primer deber es intentar reducir el déficit por balanza comercial por tecnología, compramos más tecnología de la que vendemos".

En lo referente al costo que puede implicar patentar las innovaciones, Klecker de Elizalde señaló que éstas prácticamente cuestan lo mismo en todos los países, alrededor de unos tres mil dólares, entre la tasa y los honorarios. En tanto que la dilación para que se concedan, en países como México y Perú se encuentran por encima de la media internacional que puede ser antes de dos años, y en países como India o Brasil tardan ocho años en concederlas; "este es un problema de agilidad de los sistemas internacionales de patentes".

El director general de Clarke, Modet & Co España explicó que la patente es un título de propiedad sobre una invención que tiene que cumplir requisitos tales como altura inventiva, que pueda ser industrializable o fabricado y lógicamente comercializable; es un título que da cada Estado -país- y por tanto no existen las patentes mundiales, constituyéndose éstas en las dos primeras dificultades que hay cuando se quiere hacer una patente.

Para lograr registrar una patente, primero se requiere demostrar que lo inventado no está inventado en otros países, y si ya existe entonces haber hecho una mejora de lo ya existente "y esa mejora es más sencillo de lo que la gente piensa, puede ser que el producto esté hecho con un compuesto menos contaminante o que pese menos o que tenga menos fricción a resistencia, por ejemplo, y que esto es así frente a un producto semejante".

Para cubrir esos requisitos también se requiere de una memoria de la patente donde se incluye una descripción de lo que se ha inventado; una reivindicación -detalló- es aquella mejora que se hace a lo ya patentado y que se encuentra en el mercado, y eso es en lo que se fijarán los examinadores cuando se presenta la patente.

Otra dificultad para patentar es el trámite administrativo, por ello, el especialista recomendó ser cuidadosos y llevar preparados los diarios de investigación, ya que los investigadores suelen ser anárquicos y poco sistemáticos y para patentar es obligado ser sistemático.

Aunado a que también se requiere humildad para reconocer que se ha innovado y no inventado, pues los latinos pretenden ser los únicos inventores, convirtiéndose esto en otro inconveniente, ya que en países como Estados Unidos y la Unión Europea la primer pregunta es en qué otras patentes se ha basado para reivindicar esta idea; por lo que exhortó a entender que "las 400 mil patentes que se pueden hacer nuevas al año en todo el mundo se basan en patentes anteriores, mejorándolas en algo en sí, pues es necesario entender que no hay rupturas tecnológicas, sino que se van mejorando".

Otra dificultad que se puede enfrentar al registrar una patente, es la elección del sistema que se elige, ya que como se mencionó, cada país patenta las innovaciones y sólo tiene vigor en ese Estado.

Por lo que una vía para patentar es realizar el proceso en cada país y esperar sus tiempos para que entre en vigor si es aceptado; el sistema europeo es ir a Munich, Alemania, presentar una patente y marcar los países donde el innovador quiere que tenga vigor, este es un sistema de ventanilla centralizada, aunque no significa que en todos los países se conceda la patente, en algunos puede haber rechazo.

El otro sistema es vía PCT (Tratado de Cooperación en materia de Patentes) el cual permite a los países que no son europeos un sistema de buzón, donde se puede designar al tipo de países donde se quiere tener vigencia.

En este tipo de trámites se pueden encontrar que en algún país haya una patente similar a la que se presenta y se tenga que demostrar que ésta es mejor, entonces el propietario de la PYME y al mundo universitario esto les supone esfuerzo económico, de relación y estar al pendiente de lo que pasa en otros países.

Redacción--Sol de Toluca