Mar de petróleo en costas de Luisiana
El derrame de crudo en el Golfo de México alcanzó las costas de Luisiana (sur), amenazando con convertirse en una de las peores catástrofes ecológicas de la historia de Estados Unidos.
Billy Nungesser, presidente de la región de Plaquemines, en Luisiana, informó que la marea negra —originada por una plataforma del grupo británico BP que se hundió el 22 de abril— alcanzó la noche del jueves la costa, cerca de la desembocadura del río Misisipi.
La mancha, de una circunferencia total de 960 km, no tardó en llegar a las orillas, amenazando su frágil ecosistema, pese a los esfuerzos para impedirlo de la Guardia Costera y la petrolera British Petroleum (BP).
Los gobernadores de Luisiana y del vecino estado de Florida declararon el estado de emergencia y el presidente estadunidense, Barack Obama, ofreció “todos los recursos disponibles”, incluyendo los militares, para evitar una catástrofe ambiental.
Las ciénagas costeras de Luisiana constituyen un santuario de fauna, particularmente de aves acuáticas, y las costas de Florida albergan una enorme industria pesquera y turística.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, pidió el despliegue de 6 mil reservistas de la Guardia Nacional.
El derrame fue declarado catástrofe “de importancia nacional”, lo cual pone recursos federales al servicio de la emergencia en cuestión. El anuncio estuvo precedido por el hallazgo, el jueves, de una nueva fuga de petróleo, que vierte al mar más de 5 mil barriles (800 mil litros) por día, según el gobierno estadunidense.
El asesor del presidente Obama, David Axelrod, subrayó que “ninguna nueva perforación ha sido autorizada y ninguna lo será hasta tanto no se haya determinado qué fue lo que pasó (en la explosión de la plataforma) y saber si se trata de un hecho excepcional o de algo que pudo evitarse”.
Por su parte, la Secretaría de Marina de México informó ayer que está ejerciendo una vigilancia constante sobre el vertido de petróleo, aunque descarta, de momento, riesgos para las aguas marinas y costas mexicanas.
Sin embargo, la Dirección General Adjunta de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología “dará seguimiento continuo de esta contingencia”, afirma la secretaría de Marina.
La BP aseguró ayer, a través de su portavoz Sheila Williams, que “asume toda la responsabilidad por la marea negra y la limpieza”, confirmando así declaraciones del director general de la compañía, Tony Hayward.
La agencia de evaluación financiera Fitch Ratings estima que la limpieza de la marea negra podría costar entre 2 mil y 3 mil millones de dólares.
Redacción--Milenio
Billy Nungesser, presidente de la región de Plaquemines, en Luisiana, informó que la marea negra —originada por una plataforma del grupo británico BP que se hundió el 22 de abril— alcanzó la noche del jueves la costa, cerca de la desembocadura del río Misisipi.
La mancha, de una circunferencia total de 960 km, no tardó en llegar a las orillas, amenazando su frágil ecosistema, pese a los esfuerzos para impedirlo de la Guardia Costera y la petrolera British Petroleum (BP).
Los gobernadores de Luisiana y del vecino estado de Florida declararon el estado de emergencia y el presidente estadunidense, Barack Obama, ofreció “todos los recursos disponibles”, incluyendo los militares, para evitar una catástrofe ambiental.
Las ciénagas costeras de Luisiana constituyen un santuario de fauna, particularmente de aves acuáticas, y las costas de Florida albergan una enorme industria pesquera y turística.
El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, pidió el despliegue de 6 mil reservistas de la Guardia Nacional.
El derrame fue declarado catástrofe “de importancia nacional”, lo cual pone recursos federales al servicio de la emergencia en cuestión. El anuncio estuvo precedido por el hallazgo, el jueves, de una nueva fuga de petróleo, que vierte al mar más de 5 mil barriles (800 mil litros) por día, según el gobierno estadunidense.
El asesor del presidente Obama, David Axelrod, subrayó que “ninguna nueva perforación ha sido autorizada y ninguna lo será hasta tanto no se haya determinado qué fue lo que pasó (en la explosión de la plataforma) y saber si se trata de un hecho excepcional o de algo que pudo evitarse”.
Por su parte, la Secretaría de Marina de México informó ayer que está ejerciendo una vigilancia constante sobre el vertido de petróleo, aunque descarta, de momento, riesgos para las aguas marinas y costas mexicanas.
Sin embargo, la Dirección General Adjunta de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología “dará seguimiento continuo de esta contingencia”, afirma la secretaría de Marina.
La BP aseguró ayer, a través de su portavoz Sheila Williams, que “asume toda la responsabilidad por la marea negra y la limpieza”, confirmando así declaraciones del director general de la compañía, Tony Hayward.
La agencia de evaluación financiera Fitch Ratings estima que la limpieza de la marea negra podría costar entre 2 mil y 3 mil millones de dólares.
Redacción--Milenio
Mar de petróleo en costas de Luisiana
Reviewed by Toluca Noticias
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5/01/2010
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