Espionaje de alto nivel en el Estado de México

Toluca.- El fantasma del espionaje político operado desde el gobierno del Estado de México revivió en la víspera de las elecciones del 5 de julio de 2009, cuando el entonces alcalde de Naucalpan, José Luis Durán Reveles, había denunciado intervención telefónica ante la Procuraduría General de la República, y advirtió la permanencia de un montielazgo caracterizado por este tipo de actividades ilícitas.

La revista Proceso, con la cabeza “Una historia de amor… y espionaje”, del reportero Juan Veledíaz, recobra la temática y señala que “detenidos el año pasado, fisgoneaban en las vidas públicas e íntimas de alcaldes, legisladores, gobernadores, secretarios de Estado…, pero con una inquietante excepción: evitaron husmear en la vida de Enrique Peña Nieto, el priísta que ansía la silla presidencial. Esta era la versión de la PGR. Pero es otra la que sostienen los espías –todos ex agentes del Cisen– encarcelados. Aseguran que actuaron “por órdenes de Los Pinos” y que sí espiaron al gobernador mexiquense, e incluso a su prometida, la actriz Angélica Rivera”.

Fue Manlio Fabio Beltrones quien colocó el timbre de alerta en el 2008, por la presunta intervención de comunicaciones privadas, y entonces la PGR reveló que las conclusiones iniciales se vinculaban a una sofisticada red de espionaje con sede en el Estado de México, desde donde se vigilaba a los contrincantes políticos del gobernador Enrique Peña Nieto, incluido el ex mandatario sonorense.

Las pesquisas iniciales indicaban que ex funcionarios del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) conformaron acciones de contrainteligencia. Además se ubicó a servidores públicos que presuntamente entregaban sobres y paquetes con información a sujetos extraños en restaurantes y lugares públicos.

Uno de los personajes clave dentro de la indagatoria fue Luis Miguel Dena Escalera, quien fungió como delegado del Cisen en el Estado de México, durante el mandato de Vicente Fox, y es señalado por la PGR como el coordinador del espionaje político instrumentado por las autoridades estatales.

Hacia agosto de 2004, Dena fue designado delegado del centro de inteligencia en el Distrito Federal, en relevo de José Luis Valles López, quien se vio involucrado en el escándalo del empresario de origen argentino Carlos Ahumada, a quien acompañó a una diligencia en el Hotel Presidente Continental, el 20 de febrero de ese año, en la cual tuvieron contacto con el ex senador Diego Fernández de Cevallos.

El 15 de noviembre de 2005, el entonces Secretario de Seguridad Pública federal, Eduardo Medina Mora, designó a Dena como coordinador de Inteligencia para la Prevención de la Policía Federal Preventiva.

Redacción--Alfa diario