La renuncia de "Juanito"

Tras darse a conocer el engaño, el delegado de Iztapalapa dijo que Andrés López Obrador, su creador político, tenía conocimiento del acta falsificada.

MÉXICO, D.F.— El delegado había resistido el golpeteo de la izquierda radical que primero lo llevó al poder y luego le envió a sus más agudos huestes de la protesta callejera a boicotear su gobierno en Iztapalapa, Distrito Federal; sin embargo, falsificó su acta de nacimiento y, como ya no se sabe ni quién es, renunció ayer.

Rafael Acosta, alias "Juanito", reconoció que tiene dos identidades; una de ellas, registrada en un documento apócrifo que descubrió el gobierno del Distrito Federal, encabezado por el alcalde Marcelo Ebrard, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), organismo que había expulsado a Juanito de sus filas.

En otro capítulo de los entuertos políticos de la capital mexicana, las autoridades locales revelaron que en el acta verdadera el hasta ayer delegado nació en 1960 y lleva el nombre Rafael Ponfilio Acosta Ángeles; en la segunda, conserva el nombre, pero se aumenta dos años de vida e inventa que el revolucionario Felipe Ángeles es su abuelo.

Sus mentiras de leguleyo podrían costarle entre seis y ocho años de prisión.

"Andrés Manuel (López Obrador, ex candidato presidencial) lo sabía", atinó a decir antes de dejar el cargo y salpicar del escándalo a su creador político, quien en un complicado esquema electoral se sirvió de Juanito para dejar en el poder a Clara Brugada, una de sus ex colaboradoras, que había sido impedida para participar como candidata.

López Obrador llamó a sus seguidores a votar por Acosta, un vendedor ambulante y ex actor de películas XXX, que se había ganado las simpatías por sus escándalos contra policías en marchas callejeras, y al cual impuso en partido de izquierda, el Partido del Trabajo.

Juanito a su vez prometió que en cuanto ganara dejaría a "Clarita" en su lugar, pero no fue así: cuando tuvo la victoria, se negó a ceder el control del presupuesto que ronda los 4 millones de dólares con el argumento de que "el pueblo estaba de su lado" y dejó con la mano estirada a los perredistas.

A principios de octubre, tras una reunión con Ebrard, Acosta pidió licencia por tres meses y dejó a Brugada en su lugar, presuntamente presionado por videos sobre su familia. Sin embargo, al concluirse el periodo dijo que regresaba para quedarse… hasta que apareció su acta de nacimiento falsificada.

Redacción--La Opinión