Sacerdote ebrio chocó varios autos ¡santo de los choques protégeme!

AMECAMECA, Méx.- Al sacerdote de las parroquias del Sacromonte y de la Asunción, Raúl Amaro Sigüenza, se le "pasaron las copitas o el vino de consagrar", debido a que manejaba en total estado de ebriedad por las principales calles de Amecameca y por ir a exceso de velocidad, impactó a dos vehículos en los cuales viajaban familias, uno quedó totalmente destrozado. Esto ocurrió cuando el religioso manejaba su camioneta Blazer, negra y al llegar al semáforo ubicado en las calles 20 de Noviembre y Juárez, no se percató que el color era rojo, se pasó el alto y le pegó en la parte trasera a un automóvil Chevy, en el cual iban cuatro personas.

Cuando el conductor de este vehículo bajó para ver los daños, el sacerdote Raúl Amaro se echó de reversa y emprendió la huida a toda velocidad, no obstante, para su mala suerte, cuando pasó frente a la unidad habitacional Izta Popo alcanzó a darle a un Pointer, color oscuro, lanzándolo a más de siete metros hasta hacerlo impactar contra el piso.

El Pointer quedó prácticamente destrozado, sin embargo, por milagro, sus tripulantes, entre ellos una niña de ocho años, salvaron la vida, pues sólo tuvieron raspaduras y golpes.

El sacerdote en esta ocasión ya no pudo huir debido a que el propietario del primer auto que dañó, lo alcanzó y se le puso enfrente.

Raúl Amaro no tuvo más remedio que bajarse de su camioneta e identificarse como sacerdote, además de acordar con los afectados la reparación de los daños.

Tan sólo el dueño del Pointer debe recibir el pago total de la unidad, pues quedó inservible porque el impacto fue muy fuerte.

El representante de la Iglesia Católica en Amecameca quedó en pagar todos los daños ocasionados, pero luego de bajársele la borrachera.

En el municipio de Amecameca y en toda la región de los volcanes no existe el Alcoholímetro, ni otra medida para conductores ebrios.

La policía municipal de Amecameca no detuvo al sacerdote y le permitió se retirara a su parroquia para que durmiera "la mona", con el fin de recuperarse luego que se la habían pasado "las copitas".

Redacción--Sol de Toluca