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El temible pez que ataca al pene humano; se asegura que comunidades temían más a este animal que a las mismas pirañas

Animales

Entre la amplia biodiversidad que aloja la selva amazónica y su río, existe un peculiar pez que se ha ganado la fama de ser una especie temible y traicionera, sobre todo en perjuicio de los varones.

El candirú (Vanellia cirrhosa) es más bien un anfibio, también conocido como candiro azul o pez vampiro, que habita en las profundidades del Amazonas que se aloja como parásito, principalmente en el cuerpo de otros peces, aunque también puede atacar a otros animales, incluidos los humanos.

Este vertebrado se encuentra entre los más pequeños del planeta; a diferencia de las pirañas, ataca de forma individual en vez de en grupo. Se queda en la oscuridad del fondo del río, acechando en silencio a los peces vecinos, a los que ubica por las huellas de urea y amoníaco que expulsan por las branquias.

Cuando el objetivo exhala, el candirú detecta el flujo resultante de agua e ingresa a la cavidad branquial expuesta a gran velocidad. En menos de un segundo, penetra la branquia y se retuerce en su interior, sacando a relucir un paraguas de espinas con el que engancha y asegura su posición.

Animales peligrosos

En este punto el parásito comienza a alimentarse en un escenario bastante sangriento; anclado firmemente con sus espinas, el candirú comienza a mordisquear inmediatamente un agujero en una arteria cercana con sus dientes de aguja.

Luego de unos tres minutos este parásito sacias su apetito, retrae de sus garras clavadas en el interior del pez y sale por dónde entró, causando generalmente la muerte de su huesped debido a las heridas internas. Luego regresa a las sombras de las profundidades del Amazonas para digerir su comida y esperar una nueva víctima.

Imaginar este “ataque” contra un pez resulta un poco perturbador, cuanto más si sucede contra una persona y aún más si se perpetra en el interior del pene de un varón.

Y es que hay muchas historias en la región, con respecto a los ataques a humanos del candirú. No es raro que las personas que nadan o se bañan en el río orinen mientras están en el agua, una acción que crea pequeñas corrientes de agua ricas en urea y amoníaco, al igual que un pez exhalando.

Amazonas

Relatos recogidos por Eugene Willis Gudger en un ensayo de 1930 publicado en American Journal of Surgery cuentan que el diminuto y delgado pez no siempre distingue a un humano que orina de una exhalación de la branquia de los peces, y en ocasiones intentará ese ataque característico de alta velocidad contra la uretra expuesta y sumergida; ¿pero esto de verdad es posible?

Para el candirú, este viaje equivocado al pene de un hombre sería el último. El sangriento banquete lo acaba dejando tan hinchado que no puede escapar por el orificio. Según la leyenda de las víctimas, muchos hombres eligieron la castración como una alternativa a una muerte lenta, aunque insoportable, antes de que la cirugía fuera una opción.

Diversas investigadores se han dado a la tarea de documentar casos reales sin mucho éxito. Existe un caso documentado en 1997 en el que una supuesta víctima tuvo la suerte de tener acceso a instalaciones médicas modernas, aunque tuvo que soportar tres días de profunda agonía antes de que el pez fuera extraído por el cirujano urogenital, Anoar Samad.
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Al parecer, Samad presentó fotos e incluso un vídeo de la operación al investigador Stephen Spotte, pero éste seguía dudando de ello. Como ha afirmado en un trabajo posterior, la víctima asegura que el candirú había ascendido por su corriente de orina antes de aferrarse violentamente en su uretra. Spotte indica que es bastante increíble, ya que “para nadar por la corriente de orina, el pez debe hacerlo más rápido que la fuerza del chorro y salirse del agua en contra de la gravedad”.

En definitiva, la idea del pez nadando y entrando por completo en un pene parece ir en contra de las propias leyes de la dinámica de fluidos. Los informes verificados sobre ataques de candirú contra los genitales humanos son tan escasos que cuesta creer que un pez sea capaz de nadar hasta una corriente de orina procedente de arriba y penetre en el pene.

Así que lo lógico es pensar que si uno orina en el Amazonas mientras sus genitales están sumergidos y expuestos, el riesgo es, como mínimo, ridículamente improbable.

Redacción--tlayuda/hoyestado/gizmodo
El temible pez que ataca al pene humano; se asegura que comunidades temían más a este animal que a las mismas pirañas Reviewed by Toluca Noticias on 9/12/2017 Rating: 5

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