Familiares piden justicia por madre asesinada en Toluca

Unas horas después de sepultar a Adriana, de acompañar la carroza hasta el panteón de San Francisco Tlalcilalcalpan, donde descansarán los restos de la joven madre, don Jesús asegura que buscará hacer lo que esté en sus manos para evitar que la muerte de la mayor de sus hijas no quede impune, y que los responsables lleguen ante la justicia.

Sereno, como la mayoría de los asistentes que llegaron ayer al entierro de la joven de 34 años en San Lorenzo Cuauhtenco, municipio de Zinacantepec, Jesús y sus demás hijos, hermanos y su esposa, velaron por unas 12 horas el cuerpo de Adriana para llevarlo después de las 2:30 del día a bordo de una camioneta, hasta el panteón del pueblo vecino donde les permitieron depositar sus restos.

"No es momento para insistir justicia", -dijo Jesús- "no hasta después de darle cristiana sepultura a mi hija", -reiteró el hombre de 55 años en una breve conversación, que aceptó antes de culminar los rosarios del velorio.

El lunes pasado, alrededor de las 18:00 horas, la joven salió de su casa ubicada en la calle de Cedros a las afueras de San Lorenzo, les comentó a sus hijos que iría a recoger los papeles en la gasolinera de San Luis Mextepec donde hasta ese día trabajaba.

Al paso de las horas, las llamadas a su celular se hicieron frecuentes pues sus hermanos recuerdan que no acostumbraba llegar después de las 9:00 de la noche.

"El celular seguía prendido el lunes cuando llamamos, pero el martes en la mañana sólo marcaba y luego colgaban, ahí supimos que ya no estaban bien las cosas", mencionó uno de sus primos hermanos.

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La joven era madre soltera de cinco hijos, la mayor ya tiene 18 años de edad, y de quienes se hacía cargo sola desde que se separó de su marido, por lo que el lunes pasado salió a buscar un nuevo trabajo y dejar la gasolinera donde trabajaba, pues no le dejaba un buen salario.

Luego de ir a preguntar por Adriana en su trabajo, detalló Jesús, le informaron que nunca llegó a recoger sus papeles tal como lo había planeado al salir de su casa.

El martes que le dieron la noticia de que habían hallado a Adriana muerta, Jesús se encontraban en su taller mecánico, de donde salió incrédulo porque se tratara de su hija.

"Yo quería pensar que no se trataba de mi hija, pero sí era ella, fue algo muy doloroso porque se ensañaron con mi hija, fue una forma muy fea de quitarle la vida", externó el hombre con el coraje retenido.

Según el resultado que les dieron de la necropsia, Adriana falleció por asfixia y las lesiones que le causaron las piedras con que la golpearon.

Ayer al despedirla en el patio de su casa, su cuerpo nunca fue expuesto de la caja a los visitantes y fue llevado al interior de una camioneta que le dejó en la puerta del panteón.

En medio del dolor de perder a su hija mayor, Jesús asegura que aguardarán sólo unos días y luego insistirán con todos sus recursos justicia, pedirán revisar la lista de amigos y compañeros cercanos, así como las grabaciones de las cámaras que se ubican en la calle que sube al cerro donde fue hallada el martes Adriana, pues quieren motivar a otras familias que han pasado la misma historia y evitar que sigan ocurriendo casos que queden en la impunidad.

Redacción-soldetoluca